Hans Gallardo sabe lo que dice cuando nos indica que el suyo es un cebiche donde el limón se deja sentir. Es un punto extra, una cuota de frescura —de punche, para entendernos— a la que su clientela norteña está más que acostumbrada en el local antiguo del Merlín de Cabo Blanco, refugio marino con sello piurano ubicado en Lince desde hace 17 años. Hay hábitos que nunca se van.
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Estamos en una esquina de la transitada y muy miraflorina La Mar, algo lejos de Lince y más cerca del Pacífico. La oferta cebichera de la zona es abundante y variada; Gallardo ha hecho bien en mantener los sabores del norte en este nuevo formato. Un local que lleva el mismo nombre que su antecesor, pero que llega con una carta totalmente renovada. “Es el sitio donde vienen los hijos de los clientes de siempre”, nos cuenta Hans.
El hermano menor, el más moderno, el más travieso. La suya es una carta con mucha pesca del día (perico, lisa, mero, corvina), una lista más reducida de platos y más licencia para el juego culinario. Dicho de otra manera: este no es el Merlín donde se encuentra un seco de chavelo; sí hay ostras, pez buri y pesca entera que puede salir al peso según la preparación escogida (frita, sudado y en salsa de mariscos). Gallardo alterna sus labores entre el menú más tradicional y generoso del Merlín de Lince, con el color y la libertad del Merlín miraflorino. Cada uno tiene su propia personalidad y cada uno tiene su propia cuenta de Instagram.
Para empezar, la pureza de una sencilla causa de langostinos o unas tortitas de choclo con cebolla acebichada son buena idea para ir dejando espacio para el resto. No viene nada mal probar la yuca rellena coronada con pulpo anticuchero, también para compartir. Hay tres clases de cebiche —tradicional, mixto y carretillero— y dos de arroces: el clásico, con un toque norteño, y otro al estilo nikkéi. El resto del menú se siente bastante cercano, con recetas que conocemos bien: chicharrones, parihuela, chupe, pasta con mariscos. Hay lugar para un poquito de hoy y otro poquito de ayer. El balance perfecto.
El primer merlín abrió sus puertas en el Cercado de Lima, en 1995. Detrás de la propuesta estaba (y está) el empresario gastronómico Alejandro Guevara, quien llegó a Lima desde su natal piura con el sueño de conquistar la capital con su sazón norteña.
La acogida fue tal que diez años más tarde, en 2005, Guevara abrió un segundo restaurante en Lince. tiempo después, llegaría también una sucursal en la ciudad colombiana de cali. Lamentablemente, a raíz de la pandemia, tanto el local del cercado como el de colombia tuvieron que cerrar. el espacio de lince continúa operando con normalidad.
El cocinero hans gallardo (abajo, en foto) es el chef ejecutivo de los restaurantes de lince (está ahí hace ocho años) y miraflores. alterna sus días entre ambos.
Dirección: Av. Mariscal
La Mar 1171, Miraflores.
997027347
@elmerlinlamar