Sus hijos Guillermo de Cambrigde (39) y Enrique de Sussex (36) suelen utilizar sus cuentas oficiales de Instagram para hacer anuncios importantes sobre sus vidas: compromisos; embarazos; la aclaración correspondiente ante algún que otro escándalo, entre otros. La misma Reina Isabel ha hecho presentaciones vía Zoom durante la pandemia. Hasta su ex cuñada, Sarah Ferguson, emplea sus redes sociales para subir videos donde difunde las causas que defiende y, de vez en cuando, incluso se disfraza para leer cuentos infantiles. Tal es la realidad -en el sentido más redundante del concepto- de la familia real en el mundo de hoy. Lo que habría ocurrido con Diana de Gales (acaso el miembro más fascinante de todo el clan, status que mantiene 24 años después de su muerte) en el agitado 2021 es algo que solo puede imaginarse, suponerse. Soñarse.
El pasado 1 julio de 2021 Lady Diana Spencer habría cumplido 60 años. Tenía tan solo 36 cuando un accidente en París cobró su vida y la de su entonces pareja, el empresario de origen egipcio Dodi Al-Fayed, el 31 de agosto de 1997. Su muerte estremeció al mundo y su ausencia continúa impactando no solo en la monarquía británica, la cultura pop o las causas a las que apoyaba: principalmente, es notoria en sus dos hijos. “Todos los días deseamos que ella todavía esté con nosotros” fue el mensaje de los príncipes en una ceremonia a propósito del cumpleaños de su madre.
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¿Cómo imaginan distintos expertos locales a la Princesa Diana en la actualidad? ¿Dónde viviría? ¿A qué causas les dedicaría su tiempo? ¿Seguiría siendo un ícono de la moda? ¿Cómo se llevaría con sus no menos famosas nueras, Kate Middleton y Meghan Markle? Roger Loayza, Antonia del Solar y Natalie Bourchier responden a estas preguntas a continuación.
Roger Loayza, diseñador
Diana, la influencer por excelencia
“Igual que Marilyn Monroe, a la misma edad”, recuerdo que dijo mi papá cuando se anunció la muerte de la Princesa Diana. Aunque hay más de un paralelismo que se podría hacer entre estas dos mujeres que cautivaron al mundo, creo que el haber muerto de una forma tan abrupta y trágica (cuando aún continuaban siendo de interés para el público) es algo que las vincula de manera íntima, compartiendo el status de leyenda que le otorgamos aquellos personajes que permanecen gráficamente en nuestra memoria de manera bella y joven, sin haber sido víctimas del paso del tiempo. Intactos.
Sin duda también nacen una serie de interrogantes sobré cómo hubieran sido sus vidas en caso de no haberse visto cegadas tan temprano. El caso de Diana resulta particularmente estremecedor ya que luego de tantos años de infelicidad parecía haber encontrado el amor finalmente También parecía haberse encontrado a sí misma, como lo demostraban su nueva imagen y una sonrisa constante que contrastaba diametralmente con las expresiones faciales que vimos durante su matrimonio con el Príncipe Carlos.
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Auxiliada por Gianni Versace, había pasado de ser acompañante a protagonista, de esposa subyugada a mujer liberada, con vestidos cortos y entallados que mostraban su figura atlética y -en mi opinión- piernas perfectas. Si nos detenemos a pensar un momento, Diana fue la influencer por excelencia de las décadas del 80 y 90. Es sabido el impacto que tuvo su vestido de novia en el nicho de la moda nupcial, su corte de pelo también fue tendencia, y absolutamente cada outfit utilizado por ella fue documentado por la prensa especializada en temas “del corazón”. Hasta sus looks deportivos resultaron ser icónicos.
Y es que Diana fue un ejemplo sobre cómo conseguir sacarle partido a lo negativo. Supo aprovechar la persecución de la prensa para orientar su atención hacia los temas que ella quería difundir. Entre otras cosas, se le puede atribuir el haber ayudado a que se pierda el miedo a tener contacto físico con una persona infectada por el virus del SIDA, cuando fue fotografiada en un hospital sosteniendo la mano de un paciente. Esto me hace pensar en cómo sería su postura hoy, en este mundo de redes sociales ¿participaría Diana de él? Yo creo que sí, con un alto contenido dedicado a las causas cercanas a ella, pero compartiendo lo necesario de su vida personal para mantener a su público pendiente. Ahora la veríamos en su rol de abuela, y seguramente como una entidad conciliadora entre tanto conflicto personal que sacude a la famila real británica.
Para quienes crecimos con ella como figura es inevitable ponerse triste al recordarla, y pensar en lo que pudo ser. Podríamos decir que Diana sigue viva en nuestras memorias y que, pese a no haber sido una estrella de Hollywood como Marilyn, supo llegar a quienes fuimos testigo de su presencia en este mundo a través de su ejemplo como ser humano, sus actos de bondad y sus demostraciones de empatía. Eso es ser un influencer.
Natalie Bourchier, asesora y coach de imagen
Ícono e inspiración
Hoy Diana hubiese cumplido 60 años y la recordamos como una mujer maravillosa que se ha mantenido como un ícono de la moda por muchos años. ¿Quién hubiese imaginado que en el 2021 estaríamos usando las camisas con cuello de bobo o los shorts tipo biker que ella se ponía tanto? Siempre usó su vestimenta para comunicar algo que no podía expresar libremente. Cómo olvidar su famoso jersey (chompa) “black sheep”, célebre desde entonces porque a ella ya se le consideraba como la oveja negra de la familia real. O el jersey rosado con la frase por delante “I’m a Luxury”, completada por “few can afford” por detrás. “Soy un lujo que pocos pueden permitirse”, nos estaba diciendo ahí. Era su manera de mostrar al mundo que se tomaba con humor todo lo que se decía y escribía sobre ella.
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Otra pieza que marcó un hito fue el vestido negro entallado, con los hombros descubiertos, que Diana de Gales usó en junio de 1994, dos años después de su divorcio. La Princesa había elegido primero un diseño de Valentino, clásico y muy discreto. Pero a último momento cambió de opinión. Ella sabía que ese mismo día el príncipe Carlos confirmaría públicamente su relación paralela con Camila Parker-Bowles, su actual esposa. Nuevamente quería comunicar a través de su atuendo lo que no podía decir con palabras.
Luego de su divorcio, Diana se animó a usar looks más sensuales, que la mostraban siempre segura de sí misma. Estoy segura que hoy Diana hubiese seguido siendo un ícono de la moda, pero sobre una inspiración constante para muchas mujeres, como lo es para mí.
Antonia del Solar, conductora
Espectacular a los 60
Me la imagino guapísima, aceptando el paso de los años con gracia y distinción. Era demasiado elegante para tratar de aferrarse a la juventud física con medidas desesperadas. Es decir, no me la imagino usando botox, ni abusando de rellenos en el rostro. Continuaría siendo regia, como siempre. A ella todo le quedaba bien y con su porte y estructura seguiría viéndose espectacular a sus 60 años.
¿Tendría Instagram? Lo dudo. Eso rompería la magia. Quizá uno oficial para dar anuncios, pero la distancia siempre es necesaria para mantener su status de leyenda. No sé cómo habría sido su relación con cada una de sus nueras, pero la imagino siendo cercana a Michelle y Barack Obama, por ejemplo. También estoy segura que habría visto The Crown y le habría parecido divertidísima.
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Diana siempre hacía lo que otros no veían. No agarraba las causas sociales “de moda”, sino que le importaba de verdad crear conciencia. Víctimas de conflictos armados, educación y salud mental seguirían siendo sus cruzadas personales. Y estoy convencida de que habría terminando viniendo al Perú (país que nunca conoció) para comprarse otra chompa como la que usó cuando fue fotografiada al inicio de su relación con el Príncipe Carlos.