Las urgencias de la vida han llevado a muchos hombres y mujeres a priorizar sus metas profesionales antes de embarcarse en la demandante aventura de la paternidad. Sin embargo, cada género enfrenta diferencias significativas. Se discute ampliamente sobre el reloj biológico femenino, que marca el fin de la fertilidad hacia los cuarenta y la menopausia. ¿Existen paralelos para los hombres? Desde una perspectiva de salud reproductiva, hay algunos factores para tomar en cuenta.
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La fertilidad masculina, entendida como la capacidad del hombre para fecundar, está sujeta a varios factores que suelen cambiar con la edad. Según Nandy Vega, subdirectora médica de los centros clínicos de Mapfre, “no necesariamente existen problemas de fertilidad para los hombres que quieren ser padres en sus cuarenta; sin embargo, la capacidad fértil del hombre se reduce gradualmente con la edad. La carga genética empieza a sufrir alteraciones a partir de los 45 años.”
Esto indica que, aunque la mayoría de hombres de más de 40 años puedan concebir, la calidad del esperma podría verse comprometida con el tiempo. El Dr. Julio Muñoz, auditor médico de Pacífico Salud, precisa que “la edad reduce la calidad y la cantidad de los espermatozoides, lo cual afecta su capacidad de llegar a un óvulo o de fertilizarlo”. Y concuerda en que hasta los 45 años no deberían existir problemas significativos. “Es a partir de esta edad cuando la fertilidad puede verse comprometida”, añade.
Está probado que la fertilidad masculina es más alta antes de los 40 años. “Idealmente, la edad más fértil está por debajo de los 40: se podría considerar entre los 25 y 30 años”, comenta Vega. Eso también se nota cuando se repara en la juventud de los donantes de esperma, los favoritos para las clínicas del rubro: “los hombres con mayor fertilidad para donaciones de espermatozoides para tratamientos de fertilidad asistida estarían entre los 18 y 25 años”, señala el Dr. Muñoz. Esto indica que, incluso en el contexto de la fertilización asistida, la juventud del padre puede ser un factor importante para el éxito del tratamiento.
La conclusión, sin que sea un axioma, es que para la naturaleza la edad ideal para ser padre podría estar en la ventana de los 20 a los 40 años, con un énfasis particular en los 25 a 30 años como los años de mayor fertilidad y menor riesgo genético. Aunque los avances en la medicina y la fertilización asistida han permitido que muchos hombres sean padres a edades más avanza- das, los retos biológicos como la disminución de la calidad del esperma y la andropausia son factores importantes por considerar. //
Los hombres de más de cuarenta años que deseen tener una buena vida fértil deben seguir ciertas recomendaciones para mejorar la calidad del esperma. La clínica Mayo recomienda hacer deporte, mantener un peso saludable, seguir una dieta sana, controlar el estrés, ser cuidadoso con su vida sexual y protegerse de las enfermedades asociadas a la actividad despreocupada. Hábitos como fumar o tomar en exceso pueden influir negativamente al respecto. Se recomienda también usar ropa interior holgada, que ventile la zona genital.