Científicos de Alemania y Canadá crearon un nuevo mapa del cerebro en tres dimensiones y 50 veces más detallado que los que existían hasta ahora, informó la prestigiosa revista estadounidense Science en su nueva edición.
Para elaborar el nuevo atlas cerebral, los investigadores seccionaron el cerebro del cadáver de un hombre de 65 años en más de 7.400 láminas. Cada sección es más delgada que un cabello humano y llega a un nivel de detalle casi celular.
Las células están un poco borrosas, pero podemos ver cómo están distribuidas y con qué densidad. Estamos viendo hasta el último rincón del cerebro, explicó la directora del proyecto, Katrin Amunts, profesora de la Universidad de Düsseldorf y del Centro de Investigación de Jülich.
Amunts explicó la revolución que representa el nuevo mapa con una comparación: en los mapas existentes hasta ahora podían identificarse continentes, países y ciudades. Ahora podemos echar un vistazo a cada calle, señaló.
El modelo cerebral logrado por los científicos de Jülich, Düsseldorf y el Instituto de Investigación de Montreal puede seguir completándose más adelante para sumar datos sobre estructura molecular, información genética o conexión entre áreas cerebrales, destacó Amunts.
El atlas ya aportó sus primeras conclusiones. Los investigadores descubrieron por ejemplo que las células se reparten según la función cerebral. La distribución depende de si un área sirve para dirigir movimientos o procesar sonidos o estímulos luminosos, según la neuróloga.
LA IMPORTANCIA El nuevo cuadro de la arquitectura celular podría ayudar a comprender importantes procesos como cognición, lenguaje o incluso emociones. Y, en consecuencia, a entender también por qué a veces uno de esos procesos funciona mal.
El conocimiento más exacto del cerebro también tiene un efecto inmediato por ejemplo en el tratamiento de pacientes con parkinson, porque la colocación precisa de los electrodos de apenas dos milímetros que se utilizan con ellos es de crucial importancia.
Pocos laboratorios del mundo cuentan con los recursos necesarios para seccionar en láminas ultrafinas un cerebro completo. Alemania tiene una larga tradición en el procesamiento de cerebros de cadáveres.