El Ejército chino se encuentra detrás de una serie de ciberataques contra empresas, instituciones e infraestructura de EE.UU., según el estudio de una compañía estadounidense especializada en seguridad en Internet.
El informe de 60 páginas que divulga hoy la empresa Mandiant y que adelantó el diario The New York Times, asegura que un grupo de piratas informáticos, al que identifica como APT-1, cuenta con el apoyo directo del Gobierno chino para perpetrar una amplia campaña de espionaje cibernético a largo plazo.
Las actividades de este grupo se localizan, según la empresa, que detalla docenas de ataques perpetrados por APT-1, en torno a la central de la unidad 61398 del Ejército de Liberación Popular chino en un barrio de Shanghái.
Aunque la empresa no ha podido situar directamente a los integrantes del grupo en el interior del edificio, considera que no hay otra explicación acerca del por qué tantos ataques provienen de una misma área, relativamente pequeña.
Según declaró el director ejecutivo de la compañía, Kevin Mandia, al New York Times, o vienen de dentro de la unidad 61398 o a la gente a cargo de las redes de Internet más controladas y supervisadas del mundo se le ha pasado por completo que hay miles de personas generando ataques desde este barrio en particular.
Los ataques empezaron a aumentar hace dos años, según Mandiant, que asegura que ha identificado ataques contra al menos veinte sectores, desde contratistas militares hasta plantas químicas, pasando por empresas de telecomunicaciones.
El informe de Mandiant indica que la totalidad de las pruebas llevan a la conclusión de que APT-1 es la unidad 61398.
Ante las denuncias procedentes de EE.UU. acerca de ciberataques chinos, Pekín siempre ha negado las acusaciones y asegurado que la República Popular es una de las mayores víctimas de estas acciones.