MARCELA MENDOZA RIOFRÍO

Los proveedores de Internet fijo deberán invertir unos US$100 por metro lineal (ml) en renovar el cableado para que su servicio tenga el estándar de calidad que exige el nuevo reglamento de Osiptel, estimó el consultor James Arellano.

En la actualidad, el 5,5% de la población que posee Internet alámbrico (según estadísticas de DN Consultores) recibe velocidades de descarga que se encuentran entre las más bajas de la región. El operador, explica Arellano, solo está obligado a entregar el 10% de lo ofrecido (menos de 1 Mbps para usuarios domésticos) y por eso utiliza en muchos casos el cable multipar de telefonía o –en el mejor de los casos– el cable coaxial, pero con estaciones base antiguas.

Ello hace inviable un servicio de alta velocidad. “El mínimo real de velocidad debería ser 4 MB (el 40% de 10 MB) y para eso los operadores tendrían que renovar su red, lo cual es imposible sin los permisos de las municipalidades para romper las pistas”, aclaró.

Además de la inversión en renovación tecnológica, se requiere controlar la reventa de la señal y las conexiones clandestinas, las cuales empeoran la calidad del servicio, añadió Fernando Cáceres, director de Contribuyentes por Respeto. “El número de clientes en el hogar crece 20% al año, pero la piratería lo hace a un 40%, lo que genera más tráfico y mayor lentitud en la red”, advirtió.

ALTERNATIVAS Y TRABAS Ante el alto costo que implica tener fibra óptica en las ciudades, Arellano recomendó potenciar el uso de Internet móvil, para lo cual la inversión es menor porque solo se necesitan montar antenas (US$50 mil).

“Otorguen los permisos y nosotros ponemos las antenas. Habiendo permisos, no tenemos problemas en que se regule la calidad. Sin permisos de los alcaldes, la calidad es un factor de riesgo”, advirtió Juan Rivadeneyra, director de Marco Regulatorio de Claro.