Pobladores de una comunidad del sur de México hallaron una escultura prehispánica de más de mil años que representa a un jugador del juego de pelota, cuando instalaban una tubería de agua, informó el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
El descubrimiento se hizo hace tres semanas en Piedra Labrada, un sitio aún sin explorar de la región Costa Chica del estado de Guerrero, en el que se presume la existencia de numerosos vestigios prehispánicos.
Los pobladores encontraron la efigie de granito, de 1,65 metros de largo y 50 centímetros de ancho, fragmentada en dos partes y la colocaron frente a la sede del gobierno comunitario.
Según los arqueólogos, la escultura decapitada como parte de un ritual perteneció a una de las cinco canchas de juego de pelota localizadas en el sitio.
En Mesoamérica una gran cantidad de elementos escultóricos y ofrendas fueron objeto de diversos ritos, la mayoría vinculados con el cierre de ciclos, donde las piezas eran pintadas de rojo y después las mataban, es decir, las fragmentaban y enterraban, explicó el especialista Pablo Sereno.
El juego de pelota en tiempos prehispánicos tenía también fines rituales. En la piedra, el jugador está representado con los brazos cruzados sobre el pecho y las piernas algo dobladas, lleva un casco y piedras redondas en las orejas.
Se presume que la escultura perteneció a la cultura mixteca debido a la cercanía del sitio, ubicado unos 550 kilómetros al sur de Ciudad de México, con el vecino estado de Oaxaca.
En México hay numerosos lugares con vestigios prehispánicos sin explorar y que, a simple vista, pueden parecer pequeñas elevaciones o montículos cubiertos de la vegetación.