JUAN PABLO ROBLES
Los videojuegos de aventura y acción con escenarios en tres dimensiones se pudieron de moda a mediados de los noventa. La evolución de las consolas fue determinante. Cuando nadie se lo esperaba, en 1996 una mujer se convirtió en el personaje principal de este género: Lara Croft.
Desde que Tomb Raider apareció en el universo de videojuegos, fueron varias las versiones desarrolladas. Unas muy buenas, otras regulares y algunas decepcionantes. Esta vez, la empresa Square Enix (Final Fantasy) muestra un trabajo impecable. Nada de continuaciones ni argumentos complicados. Es un nuevo lanzamiento del personaje.
Tomb Raider –así, a secas– muestra los inicios de Lara Croft, con solo 21 años y a punto de realizar un viaje en barco. Sin embargo, un accidente en la zona del Triángulo del Dragón, sumado a un rapto en la isla, la obliga a sobrevivir y demostrar sus habilidades. Lo creadores en realidad buscan que el personaje se gane el respeto del jugador.
Lo sorprendente es la cantidad de acciones que se pueden realizar en el juego. Primero, explorando con una antorcha; luego, aprendiendo a usar un arco con flecha, así como armas de fuego. Hay que aprender a saltar en precipicios, escalar, nadar, etc. Square Enix ha extraído los mejores elementos de los juegos anteriores para juntarlos. Un gran acierto.
Los gráficos también son un factor muy importante para el juego. Las explosiones, los paisajes e incluso los gestos del personaje están muy bien trabajados.
CALIFICACIÓN Tomb Raider es un excelente juego que combina la aventura y acción a un nivel extremo. Tiene un excelente soporte gráfico en todo aspecto. Además, contiene un argumento que impacta desde el primer video. Se trata, hasta el momento, de uno de los mejores lanzamientos del año.