El fútbol es pasión de multitudes y es sin duda el deporte más popular del mundo. Millones de aficionados estarán pegados esta tarde al televisor para ver el trascendental partido de repechaje entre las selecciones de Perú y Australia, para participar en la Copa del Mundo de Qatar. Hoy veremos cómo la emoción del fútbol, sobre todo si llegamos a una definición por penales, sería negativa para el corazón.
Son varios los estudios científicos que han tratado de demostrar que existe una relación directa entre el mirar un partido de fútbol y la ocurrencia de un ataque cardíaco.
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Un estudio holandés, publicado en el “British Medical Journal” en diciembre del 2000 encontró que, comparado con el año anterior y posterior, el número de infartos cardíacos aumentó en 51% el 22 de junio de 1996, día en que Holanda fue eliminada de la Copa Europea de fútbol.
Un estudio británico, en el “British Medical Journal” en diciembre del 2002, demostró que el número de infartos cardíacos el 30 de junio de 1998 (partido en que Inglaterra perdió con Argentina por penales en Francia) aumentó en un 25% en Inglaterra. Ese aumento correspondió a 55 infartos más de los que se hubieran esperado normalmente durante el día del partido, si este no se hubiera jugado.
Otro estudio británico, publicado en el 2003, demostró que el número de ataques cardíacos aumentó durante los días en que el equipo de Newcastle perdía sus partidos del campeonato.
Un estudio brasileño de junio del 2013 encontró también que hubo un aumento de infartos cardíacos en Brasil durante los días en que jugó la selección en cuatro campeonatos mundiales de fútbol: 1998, 2002, 2006 y 2010.
Pero quizás el estudio más importante, por lo bien planificado desde el punto de vista científico, fue el publicado por investigadores alemanes en el 2008. Este, el único estudio prospectivo diseñado para estudiar la relación entre el fútbol y la posibilidad de sufrir un ataque al corazón, fue publicado el 31 de agosto del 2008 en la prestigiosa “New England Journal of Medicine”. En medicina, un estudio prospectivo (muy valioso como método científico) es aquel que planea con antelación lo que se quiere estudiar y va recolectando los datos a medida que se producen.
“Si una persona sufre del corazón, tiene una historia de arritmias o crisis de hipertensión, debe abstenerse de ver un partido de fútbol”.
En ese estudio, los investigadores trabajaron el número de casos de infartos cardíacos y episodios de arritmias cardíacas (alteraciones eléctricas del corazón) que se atendieron en el sistema hospitalario en Bavaria, Alemania, del 9 de junio al 9 de julio del 2006. Es decir, durante el mes que duró el campeonato mundial de fútbol de ese año en ese país.
Para saber si hubo un aumento de casos durante los días del Mundial, los investigadores compararon el número de infartos y arritmias en esos días, con los producidos antes y después del campeonato y con los producidos los años 2003 y 2005, eliminando el 2004 porque ese año hubo una Eurocopa. Los resultados son impresionantes: el número de infartos cardíacos aumentó en 260% durante los días que jugó la selección alemana de fútbol, o para ponerlo en palabras más sencillas, el riesgo de sufrir un infarto cardíaco fue más del doble durante un partido de fútbol, comparado con los días que no jugó la selección.
El partido en que Alemania le ganó a Argentina por penales, el partido que perdió con Italia y lo eliminó de luchar por el título, y el partido que le ganó a Polonia (su acérrimo rival), con un gol en el último minuto, fueron los partidos en que ocurrieron el mayor número de infartos. Por su parte, el día en que Alemania jugó con Portugal por el tercer lugar, no se demostró aumento en el número de infartos, ya no había nada por qué sufrir...
En general, durante los siete días en que Alemania jugó en el campeonato, se produjeron 43 episodios por día de infartos o arritmias cardíacas, comparados con solo 14 los días de control.
Como en casi todos los estudios previos, la gran mayoría de infartos se produjo durante las dos horas del partido, fue más frecuente en varones y el 47% tuvo historia previa de enfermedad cardíaca. Muy pocas mujeres cayeron víctimas de un infarto cardíaco por mirar fútbol.
Por otro lado, en un estudio relacionado, no se encontró que los derrames cerebrales hayan aumentado durante los días de partido de fútbol, por lo que, por alguna razón, los efectos perniciosos de un partido de futbol se dan más en el corazón. Ese hallazgo da sentido a los populares términos “este partido es de infarto” o “es un partido no apto para cardíacos”.
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Aunque se han publicado algunos estudios que no encuentran relación entre el fútbol y los problemas cardíacos, entre ellos uno italiano, uno australiano y un estudio alemán que se hizo en la misma época del Mundial del 2006, el consenso es que al parecer sí existe tal relación.
La causa del evento cardíaco negativo sería consecuencia del aumento exagerado de adrenalina u hormona del estrés, que ocurre durante los momentos de emoción que se viven durante el partido, especialmente durante la definición por penales. Ese es un tipo de estrés parecido al que se produce durante un terremoto o una noticia súbita negativa, situaciones en las que se han documentado episodios cardíacos negativos.
Corolario
El consejo que dan los expertos es que, si una persona sufre del corazón, tiene historia de arritmias cardíacas o crisis de hipertensión arterial, se abstenga de ver un partido de fútbol –especialmente durante la definición por penales– en el que se juega mucho y en el que se augura mucha emoción.
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