Al conmemorarse un mes del deceso del empresario Carlos González, padre del conductor de TV Rodrigo González, éste compartió con sus seguidores en Twitter un emotivo mensaje contando cuán difícil ha sido para él y su familia la partida de su ser querido.

Hoy es un mes que te fuiste de este mundo (al menos físicamente). Todavía me despierto con la idea que todo haya sido un mal sueño, otros días más tranquilo, resignado y algunos con una ansiedad que no me sale del pecho. A veces me da hasta rabia ver que todo sigue pero sin ti y me resiento con la vida. ‘Es la ley de la vida’, ‘tenemos que continuar’ nos dicen, y tienen razón, comenta el conductor de Amor, amor, amor.

Duele, parece injusto, te dan ganas de callarlos a todos, nada de lo que te dicen parece calmar, atenuar o reflejar lo que sientes o necesitas pero tienen razón y hasta molesta que la tengan. Porque así de dura es la realidad, todos vamos hacia allá y mientras estemos aquí tenemos que aprender a sobrellevar (porque superar es una palabra imposible) las pérdidas a las que nos va enfrentando la vida hasta el momento que el termino de las nuestras nos vuelva a encontrar, remarca.

El popular Peluchín asegura que desde que su padre murió, su vida no ha vuelto a ser la misma, y está convencido de que jamás volverá a serla.

Pero algo es claro, todos han vuelto ya a su trabajo, a sus vidas pero has dejado un vacío imposible de llenar. La vida puede seguir pero no será nunca más la misma sin ti. Una parte de mi corazón se fue contigo y la otra que me queda te extraña, se llena de orgullo y satisfacción de ver quién fuiste y qué dejaste para siempre con nosotros. Te extraño papito y te extraño y necesito como nunca pensé hacerlo, te llevo siempre en mi corazón. Para nosotros, te tenemos de otra forma pero no te has ido. Nunca te irás. Hasta pronto o hasta que Dios así lo decida, remarcó.

Carlos González falleció la mañana del 24 de julio a causa de un paro cardíaco. Algunas semanas antes de su deceso, había denunciado en televisión que era víctima de extorsión.