ANTONIO ÁLVAREZ

La aventura comienza en el kilómetro 180 de la carretera Federico Basadre, en el denominado Boquerón del Padre Abad, en Ucayali. El sol radiante acompaña a lo largo del camino y sus rayos se reflejan en el río Yuracyacu.

La primera caída que sale a nuestro paso es el Velo de las ninfas. Se le llama así porque las caídas de aguas cristalinas aparentan una secuencia de cabelleras de damas cuyos rostros parecen mirar hacia el cielo.

A no más de cien metros de distancia, en sentido contrario a la corriente del río, se encuentra la denominada Ducha del diablo, cuya altura aproximada alcanza los 70 metros. Las rocas negras con las que el agua golpea parecen mostrar el perfil del diablo.

Sin embargo, la más impresionante de estas maravillas de la naturaleza es el Velo de la novia, una catarata cuyo origen “alberga una interesante historia de amor”, resalta Arturo Reátegui, guía turístico de la zona.

Arturo dice que la leyenda “cuenta que antiguamente había dos novios cuyo amor era rechazado por el curaca. A ambos los mandaron matar. Ellos tratan de escapar pero su intento fue en vano. La chica muere de un flechazo en la cima de la caída mientras que el joven fallece desangrado un poco más allá”.

“Su amor fue tan grande que la naturaleza se compadece de ellos y decide transformar al novio en una laguna y a la novia en esta caída. El novio siempre alimenta de agua a esta caída y de esa manera sella el amor eterno. Y se dice que las parejas que se bañan en estas aguas prácticamente están sellando su amor”, agrega.

El Velo de la novia es la caída de agua más caudalosa de la zona y se encuentra rodeada de una vegetación impresionante. Si se anima, incluso puede darse un baño y nadar en medio de los peces como puede apreciar en el video que acompaña a esta nota.

Este magnífico lugar se ha convertido en uno de los puntos más concurridos de la región Ucayali. Si se anima a visitar esta zona no olvide antes ingresar a la página ytuqueplanes.com para conocer nuevas ofertas sobre paquetes de viaje.