Michel Legrand: "Natalie Dessay es un diva absoluta"
ENTREVISTA: El legendario compositor francés Michel Legrand, creador de exitosos temas de jazz y soundtracks de películas, llega por primera vez a Lima acompañado de Natalie Dessay, la soprano francesa mas importante del mundo. Ambos artistas darán un inolvidable concierto de canciones francesas el 14 de setiembre.
Por Gonzalo Tello (Ópera Perú)
Hablar de Michel Legrand es hablar de un artista que llegó a la cúspide en su carrera y de una trayectoria inigualable. Estudió con grandes músicos, entre ellos la legendaria compositora Nadia Boulanger; compuso música para mas de 200 películas, habiendo trabajado con leyendas de toda índole y género: Jean-Luc Godard, Orson Welles, Clint Eastwood, Andrzej Wajda, Maurice Chevalier, Miles Davis, John Coltrane, Gene Kelly, Catherine Deneuve, Yves Montand, Barbra Streisand, Charles Aznavour, Ray Charles, Diana Ross, Björk, Jessye Norman, Kiri Te Kanawa, por solo mencionar a algunos célebres. Como Morricone y Rota, Legrand es considerado uno de los mas grandes compositores para el cine.
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En una breve y cortés entrevista, dió algunas claves de cómo ve su vida de compositor, enfocándose siempre en el presente y futuro.
¿Qué expectativas tiene de venir a sudamérica y especialmente a Perú?
Es la primera vez en Perú y llevaremos un show especial con Natalie Dessay, la gran cantante francesa, en un programa de mis canciones. Tengo expectativa de conocer este país y ver su cultura de cerca.
Al haber estudiado con grandes maestros durante su paso por el Conservatorio de Paris, y recibir gran influencia post-romántica, impresionista y avant garde, nos comenta:
Aprendí no solo de ella (Boulanger) sino de todos los compositores todo lo que pude. Aprendí no a cambiar las cosas sino a transformarlas. Tuve gratas influencias de los franceses como Fauré, Debussy, Ravel, y también de los rusos, como Stravinsky y Prokofiev. En el cine me gustan mucho John Williams, Henry Mancini, Nino Rota y Ennio Morricone, son músicos extraordinarios.
Como compositor de tantas obras en tantos estilos, es posible marcar alguna preferencia entre el jazz o la música de cine o clásica?
He hecho música para 250 películas, jazz, y otros géneros. En tanto tiempo no tengo ninguna preferencia, ya que la música es música. Cada obra es como un hijo. No suelo escuchar lo que hice en el pasado porque me concentro en los proyectos del presente y del futuro.
Habiendo trabajado con grandes cantantes como Barbra Streisand, Miles Davis o John Coltrane, y con divas líricas como Jessye Norman, Kiri Te Kanawa o ahora con Natalie Dessay. ¿Encuentra alguna diferencia entre trabajar con artistas de diverso género?
No encuentro ninguna diferencia. Cuando un artista es absoluto y un genio, no hay diferencia en el trabajo, y se hace de una manera inspiradora e impecable. Artistas como Natalie Dessay que es una diva absoluta, clásica, sublime, y que canta las canciones populares magníficamente, así es. Ella es un todo y comprende todos los aspectos de la música, trabaja muy bien con ellos.
¿Cómo llegaron a esta primera colaboración juntos, “Entre elle et lui”?
Natalie escogió las canciones y yo hice los arreglos. Son temas de mis películas mas famosas, que a ella le gustaban. Planeamos trabajar en otro álbum pronto.
Programa
CHANSON DE DELPHINE (De la película Las señoritas de Rochefort)
LE CINÉMA
CHANSON DE DELPHINE À LANCIEN (De la película Las señoritas de Rochefort)
PAPA CAN YOU HEAR ME (De la película Yentl)
CAKE D’AMOUR (De la película Piel de asno)
LA VALSE DES LILAS
LES MOULINS DE MON COEUR (De la película El caso de Thomas Crown)
L’ÂME SOEUR À L’HAMEÇON
WHAT ARE YOU DOING THE REST OF YOUR LIFE? (De la película Happy ending)
NOUS SOMMES DES SOEURS JUMELLES (De la película Las señoritas de Rochefort)
LE ROUGE ET LE NOIR
CONSEIL DE LA FÉE LILAS (De la película Piel de asno)
DUO DE GUY ET GENEVIÈVE (De la película Los paraguas de Cherburgo)
LA CHANSON DE LOUBA
LA CHANSON
PARIS VIOLON
THE SUMMER KNOWS (De la película Verano’42)
MON DERNIER CONCERT
Sobre Michel Legrand
“Desde que era un niño, mi ambición siempre ha sido la de vivir completamente rodeado de música. Mi sueño es no perderme absolutamente nada. Es por eso que yo nunca me he decidido por una disciplina musical específica. Me encanta tocar, dirigir, cantar y componer, y en todos los estilos. Hago todas estas actividades a la vez, con mucha seriedad, con sinceridad y con un compromiso profundo”.
Así es como Michel Legrand describe su condición de músico atípico, compulsivo, que no se puede encasillar; o mejor dicho, que no se cierra en sus diferentes facetas, ya sea como compositor, director de orquesta, pianista, cantante, escritor y productor. Derribar las barreras entre el jazz, la música clásica y la música ligera, ha sido siempre una de sus premisas.
Nacido en 1932, Michel Legrand proviene de una familia con tradición musical representada por su padre, Raymond Legrand y su tío Jacques Hélian. Cuando tenía diez años, ingresó al Conservatorio de París.
Después de estudiar por varios años con Nadia Boulanger, Henri Challan y Noël Gallon, Legrand y graduarse con los máximos honores, Legrand se orientó hacia el mundo de la canción, trabajando como acompañante de dirección musical del famoso cantante francés Maurice Chevalier. Esto le dio la oportunidad de visitar los Estados Unidos por primera vez. Su disco instrumental I love Paris, llegó a encabezar el U.S album chart en 1954.
En 1950, Legrand también empezó a componer para algunos de los artistas a los que acompañaba. Su primera gran canción La Valse des Lilas, desplegaba un estilo individual de escritura melódica que pronto se convirtió en su sello personal.
En 1955, Michel Legrand centró su atención hacia otra forma de expresión, cuando escribió la música para la película Les Amants du Tage de Henri Verneuil. Cuatro años después, con el advenimiento de la Nueva Ola Francesa, se convirtió en uno de los arquitectos del renacimiento del cine francés. Empezó a colaborar con Jean – Luc Godard, Agnès Varda, François Reichenbach y, por supuesto, Jacques Demy, su alter ego creativo, con quien inventó un nuevo género de películas musicales.
Así como fue premiado con la Palma de Oro en el Festival de Cannes y el Premio Louis Delluc, Los paraguas de Cherburgo se convirtió en un masivo éxito mundial. Después del éxito de Thomas Crown Affair y su canción The Windmills of your mind, Legrand decidió dividir su tiempo entre París y Hollywood, trabajando en todo lo que le atraía: Un été 42, Lady Sings the Blues, Jamais plus Jamais, Yentl, Prêt-à-porter.
Con relación a la música para películas como otra forma de diálogo, Legrand es el único compositor europeo con una filmografía que incluye nombres como Orson Welles, Marcel Carné, Clint Eastwood, Norman Jewison, Louis Malle, Andrzej Wajda, Ricardo Lester, Claude Lelouch, por nombrar solo algunos. Sin embargo, sus prestigiosos premios en el campo de la música para películas (tres Oscar) no han tenido ningún impacto en su creatividad. “Un Oscar –señala con convicción- es una estrella de oro, una pieza de halago, el dulce sabor del éxito. Pero, en el fondo, este no te hace ni mejor ni peor compositor, tus fortalezas o debilidades permanecen inalterables”.
En 1964, Legrand decidió interpretar sus propias canciones, y su voz se convirtió en un instrumento más. Trabajó en su voz y se enfocó en construir un repertorio con dos escritores de su elección: Eddy Marnay (Les Moulins de mon coeur, Quand on s’aime, Les enfants qui pleurent) y Jean Dréjac (Comme elle est longue à mourir majeunesse, Oum le Dauphin, L’été ’42). Después tuvo la oportunidad de ponerle música a letras de Jean–Loup Dubadie, Boris Bergman, Françoise Sagan y Jean Guidoni; y en 1981 él mismo escribió las letras para su álbum Attendre…que además compuso e interpretó.
Después de 45 años dedicados a la composición, Legrand está más versátil que nunca. Constantemente atento a nuevos encuentros y colaboraciones, Legrand es un inventor incansable, y se niega a establecer una jerarquía entre géneros musicales.
Es imposible decir todo que lo que haya que decir acerca de Michel Legrand en solo unas líneas para describir su amor por el jazz, sus sesiones históricas con Miles Davis, Stan Getz, Phil Woods o Stéphane Grapelli, sus encuentros con grandes figuras de la música clásica (Kiri Te Kanawa, Jessye Norman, Maurice André) o de música popular (Yves Montand, Barbra Streisand, Charles Aznavour); para explicar cómo se convirtió en productor de cine (Cinq jours en juin) o para trazar la notable historia de Passe – muraille, una ópera buffa escrita conjuntamente con Didier Van Cauwelaert. En todo caso, mientras aún tenga algún maravilloso proyecto en mente, Legrand ya ha logrado superar un singular desafío: el de vivir varias vidas en una sola vida.