Hernán Medrano Marin

Un panorama desolador. Desde hace 50 días, la tierra y el lodo son parte del paisaje de Punta Hermosa. A lo largo de más de una calle se alzan muros de contención de casi metro y medio de altura, formados por sacos de arena. Estas especies de “trincheras” mantienen prácticamente sitiados a buen número de vecinos, pues les impide salir de sus casas. El lugar pareciera ser un “campo de guerra”.