Bruno Ortiz Bisso

La seguridad ciudadana es un tema muy sensible –sobre todo en los últimos tiempos–, por lo que cuando se supo que la nueva estrategia que tomará la Municipalidad de Lima para intentar frenar la delincuencia llevaba como nombre ‘’, muchos pensaron que se trataba de una broma.

“Las macetas son para belleza. Hay un montón de libros sobre este tema, cómo la belleza espanta a la delincuencia. Hay un efecto psicológico […] las vamos a poner en San Cosme, en El Pino”, señaló hace unos días Rafael López Aliaga, durante una actividad protocolar.

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Las críticas no se hicieron esperar y hasta aparecieron en medios de comunicación algunos especialistas en seguridad ciudadana asegurando que respalde las afirmaciones hechas por el burgomaestre. ¿Pero qué tan cierto es eso?

Sobre la evidencia

El investigador Percy Mayta-Tristán fue uno de los primeros en compartir, a través de redes sociales, un par de estudios al respecto: , publicado en el 2019 en “International Journal of Environmental Research and Public Health”, y , del 2022, publicado en “Science of The Total Environment”.

“La solución no va por llenar de macetas las calles [...] Lo que hace falta es un plan multidisciplinario”


El primero de ellos revisa los resultados de 45 estudios anteriores sobre el tema, mientras que el segundo analiza diez años de estadísticas sobre delincuencia en Sudáfrica, por ser una zona poco estudiada al respecto y, a la vez, un punto crítico de criminalidad global. En ambos casos, se concluye que, efectivamente, hay una asociación entre la mayor cantidad de con un menor número de delitos, pero también recomiendan más investigaciones para tener factores mejor delimitados, datos más contundentes y, sobre todo, el desarrollo de una teoría fundamentada a través de métodos de recopilación de datos cualitativos.

Pero hay muchos más estudios, como (2001); (2016); o (2016). Ojo, estos son solo tres que comparto con ustedes para no llenarlos de enlaces, porque hay varios más.

Sin desviar la atención

Lo que corresponde es poner las cosas en claro. Si bien hay evidencia sobre la asociación entre la cantidad de y la disminución de delitos, esta también tiene que ver con mejoras en temas de salud y hasta con inclusión social. Los parques son zonas que promueven la integración entre las personas.

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Asimismo, la evidencia existente menciona jardines, parques y bosques urbanos, no plantas en macetas. Entonces, la solución no va por llenar de macetas las calles. Pero, ojo: esa evidencia menciona, entre otras cosas, que incluso hay tipos de espacios verdes que son más propensos a la delincuencia que otros, y que además en algunos casos se redujeron los delitos violentos, pero no los delitos a la propiedad. Y así.

A lo que voy es que sí existe evidencia, pero hay que hay que analizarla cuidadosamente para, desde ahí, empezar a tomar decisiones.

Lo que nos hace falta es un plan multidisciplinario que permita liberar las calles de la delincuencia. Aumentar las áreas verdes seguramente podría ayudar, pero no será lo único que haga falta.