Cuando vamos al supermercado, comparamos los precios de los alimentos para elegir cuál compraremos. Sin embargo, también debemos leer las etiquetas de los envases para averiguar cuál de todos se adapta mejor a nuestras necesidades nutricionales
Comienza averiguando el peso neto del producto, el tamaño de la porción y el número de porciones por envase, que pueden ser más de una. El próximo dato en la etiqueta que encontrarás es el de las calorías por porción. Recuerda que si duplicas las porciones, también aumentas las calorías.
Luego se encuentra la información nutricional del alimento, donde se detalla la cantidad de nutrientes de cada porción y el porcentaje diario que representan. Los principales nutrientes que aparecen son los carbohidratos, grasas, colesterol, proteínas, minerales como el sodio o el fósforo, y las vitaminas. Cada uno se mide en unidades y el porcentaje de valor diario se basa en una dieta de 2000 calorías.
Un ingrediente importante a considerar es el nivel de sodio en el producto pues indica la cantidad de sal. Si la etiqueta muestra que hay 100mg de sodio significa que el alimento contiene aproximadamente 250 mg de sal. Un adulto sano debe consumir 2400 mg al día por lo que es importante ser conscientes de esa cantidad.
Si deseas consumir menos de un nutriente, debes elegir alimentos que contengan menos del 5% del valor diario de dicho elemento. Si, por el contrario, necesitas aumentar su nivel en tu dieta, busca productos que la etiqueta marque que tiene 20% o más.
Con información de la nutricionista Daniela Espinosa