El perfeccionismo es un rasgo de la personalidad complejo. En términos generales, se define como la aplicación de altos y exigentes estándares o criterios de desempeño. Asimismo, viene junto a una autoevaluación negativa si los objetivos no son logrados por la persona. Aunque, en algunos casos, el perfeccionismo puede llegar a ser muy positivo para una persona, también puede ser el origen de una preocupación patológica y un alto miedo al error.
Para el Mag. Héctor Lazo Huaylinos, psicólogo de Clínica SANNA El Golf, una persona deja de ser aplicada y pasa a ser sobre exigente cuando desarrolla un cuadro de personalidad anancástica, el cual poseen quienes cuentan con una preocupación constante por la perfección.
“Actúan como unos jueces implacables con otras personas, sobre todo consigo mismas. Tienen un deseo exacerbado de que todo sea perfecto y justo y no aceptan ningún error o las cosas hechas a medias”, agregó el experto a Bienestar.
¿Cómo sé si me estoy exigiendo demasiado?
El Mag. Lazo afirma que las señales pueden ser falta de decisión, dudas y precauciones excesivas, profunda inseguridad personal y una preocupación constante por detalles y horarios. Además, señala que un exceso de exigencia puede generar cuadros de ansiedad e insomnio.
“Del mismo modo, se ha observado que puede ser un factor de riesgo y mantenimiento de una serie de trastornos mentales, tales como la depresión o el TOC (trastorno obsesivo compulsivo)”, añadió.
¿Qué deberías tener en cuenta si estás pasando por esta situación?
El especialista brindó algunas recomendaciones para quienes tengan complicaciones al momento de combatir esta obsesión por la perfección. En primer lugar, la persona debe ser consciente de que ser extremadamente exigente no es nada positivo, especialmente con los demás.
“Una exigencia desmesurada conduce de forma irremediable a la infelicidad constante. Debes aprender a quererte tal y como eres, así también respetarás y amarás a los demás por lo que son sin intentar cambiar ni exigir nada”, enfatizó Lazo.
Un buen consejo para hacer frente a altos niveles de exigencia es modificar las expectativas. “No es realista creer que alguien pueda hacerlo todo bien. Debes aceptar la idea de que equivocarse es inevitable, muchas veces alguien muy exigente no admite sus errores o no quiere darse cuenta de los que comete. Asume que nadie es perfecto, ni tú ni las personas que te rodean”, añadió el experto.
En esa línea, Héctor Lazo aconseja saber manejar las emociones y desterrar los pensamientos negativos. “Haz un esfuerzo racional por no ser tan crítico contigo mismo, incluso procura reírte de los errores. En vez de reprocharte por todo lo que haces mal, piensa en lo poco que te aporta empeñarte en estas emociones”, concluyó.
TE PUEDE INTERESAR
- ¿Qué partes del cerebro se activan cuándo comemos chocolate? Psicóloga lo explica
- ¿Celos en la pareja? Psicoterapeuta de parejas brinda consejos para controlar la situación
- Miedo irracional, ¿tú a qué le temes?: Cómo se producen las fobias y cuánto impactan en la vida diaria
- Pérdida de la pareja: ¿Cómo enfrentar el proceso de duelo y continuar después de su fallecimiento?
- Salud mental y deporte: ¿Por qué es necesario que los deportistas profesionales cuenten con apoyo psicológico?
Contenido Sugerido
Contenido GEC