En el mundo de la realeza, donde cada movimiento es minuciosamente observado y cada aparición pública es un evento de alto perfil, es fácil olvidar que incluso las figuras más populares a nivel mundial, o en este caso, aquellas que ostentan una corona, no están exentas de los desafíos que podemos enfrentar las personas en general. Sin duda, un claro ejemplo de ello, es la Reina Letizia de España, quien, a pesar de su ajetreada agenda, ha tenido que lidiar, tras un diagnóstico en el 2022, con una condición dolorosa y debilitante que afecta sus pies, denominada como neuroma de Morton.
En definitiva, esta dolencia ha logrado captar la atención de los medios, poniendo en relieve una afección que, aunque poco conocida, es más común de lo que podríamos pensar. Según el American Academy of Orthopaedic Surgeons (AAOS), se estima que entre el 10% y el 20% de las personas sufren del neuroma de Morton, siendo más frecuente en mujeres que en hombre, en especial en aquellas de mediana edad, entre 25 y 50 años.
La realidad es que, esta condición es mucho más que una simple molestia, ya que puede causar un dolor agudo e intenso que dificulta el poder caminar, usar zapatos o incluso estar de pie por períodos prolongados. Por ello, casos como el de la reina, han abierto una ventana para que muchas personas conozcan esta dolencia, la cual incluso podría estar afectando nuestras vidas sin que lo sepamos.
¿Qué es el neuroma de Morton y cómo se desarrolla?
El neuroma de Morton, también conocido como neuromas intermetatarsianos o neuromas interdigitales, es una inflamación de uno de los nervios del pie, más específicamente, es un agrandamiento de los nervios interdigitales entre los huesos metatarsianos que conectan el pie con el tercer y cuarto dedo (los dedos del medio más cercanos al meñique), que se desarrolla a menudo por una compresión repetida, explicó la doctora Carol Armstrong, especialista en cirugía ortopédica de Cleveland Clinic a Bienestar.
De acuerdo con el doctor Miguel Barrientos, traumatólogo especialista en pie y tobillo de la Clínica Internacional, esta afección puede ser multicausal, puesto que se debe a condiciones biomecánicas y anatómicas de cada persona, como mal funcionamiento del hallux (conocido como el dedo gordo del pie), acortamiento de pantorrilla, juanetes, pie plano, pie cavo, deformidades del pie o lesiones, como las causadas por la práctica de algún deporte o un traumatismo.
“Sin embargo, entre las causas indirectas también se encuentra el uso de calzado inadecua, sobre todo, aquel que es ajustado o estrecho en la punta, al igual que los que son con tacones altos. Asimismo, las actividades físicas con impacto repetitivo en las puntas de los pies, como correr, bailar en exceso o jugar tenis pueden incrementar el riesgo de desarrollar el neuroma de Morton”.
Cabe señalar que, esta afección puede confundirse en ocasiones con otras condiciones debido a la similitud en los síntomas. Entre las más comunes se encuentran: metatarsalgia, lesión de la placa plantar, enfermedad de Freiberg, fracturas por estrés (ocultas), entre otras.
¿Cuáles son los síntomas más comunes del neuroma de Morton?
Los síntomas más comunes de esta condición, según el traumatólogo incluyen:
- Dolor en el pie: Suele ser un dolor agudo o quemazón que puede irradiar hacia los dedos del pie.
- Hormigueo: Sensaciones de hormigueo o entumecimiento en los dedos afectados.
- Sensación de estar pisando algo: Muchas personas describen una sensación incómoda que parece como si tuvieran un objeto extraño dentro del calzado. Concretamente, sienten como si tuvieran la media arrugada, una piedra o canica dentro del zapato, específicamente debajo de la punta del pie.
- Dolor al caminar o estar de pie: El dolor puede intensificarse con la actividad física, sobre todo, si se utilizan zapatos ajustados o de tacón alto.
“Los síntomas del neuroma de Morton suelen empeorar con el tiempo. Es posible que, en un principio, el dolor sea leve y que desaparezca con el descanso o después de quitarse el zapato y masajear el pie. No obstante, a medida que la inflamación del nervio afectado empeora, los síntomas se harán más notorios. Por esta razón, es importante visitar al médico si el dolor en el pie no desaparece después de dos semanas de tratamiento en casa o regresa con frecuencia y si esta molestia interfiere con las actividades diarias”, destacó Armstrong.
¿Cómo se diagnostica el neuroma de Morton?
El diagnóstico del neuroma de Morton es clínico; sin embargo, como indicó el doctor Rodrigo Gallo, traumatólogo de la Clínica Ricardo Palma, en algunos casos, pueden solicitarse pruebas de imagen para estar 100% seguros de la presencia de esta afección. Generalmente, los pasos más comunes son:
- Historia clínica: Es importante que el médico realice una serie de preguntas en torno a los síntomas, como dolor en la base de los dedos del pie, sensación de ardor, hormigueo, etc. así como también la duración de los mismos. De igual modo, se debe indagar sobre posibles factores de riesgo, es decir, algunas actividades que puedan haber contribuido al desarrolla del neuroma, como el uso de un calzado inapropiada o un deporte de impacto.
- Examen físico: Durante la consulta, el especialista realiza el test de Mulder, el cual es una maniobra clave en este proceso que consiste en simular la presión ejercida por el zapato apretando con la mano. Esto se hace aplicando una presión firme sobre el área de la cabeza del metatarso, específicamente entre el tercer y cuarto metatarso, que es donde se localiza el neuroma de Morton. Básicamente, esta presión puede generar el malestar característico, por lo que el paciente puede experimentar una sensación de hormigueo o dolor intenso.
- Pruebas de imagen: Se puede sugerir una ecografía o ultrasonido, que permite visualizar los tejidos blandos e identificar el neuroma. También se puede recurrir a la resonancia magnética, la cual ofrece imágenes más detalladas que confirman la presencia y el tamaño del neuroma, al igual que puede descartar otras posibles causas de dolor en el pie.
“Al evaluar a un paciente con síntomas del neuroma de Morton, es necesario buscar varios signos, siendo clave la palpación en la zona del metatarsiano. No obstante, lo más importante es identificar qué es lo que está generando esta condición y tratar esa causa para ayudar en la recuperación del paciente”, sostuvo el especialista de la Clínica Internacional.
¿Cuáles son las opciones de tratamiento disponibles para el neuroma de Morton?
El tratamiento para el neuroma de Morton puede variar según la gravedad de los síntomas; sin embargo, en las etapas iniciales se recomienda seguir un tratamiento conservador, el cual consiste en lo siguiente:
- Modificación del calzado: Usar zapatos anchos con puntera espaciosa y suelas acolchadas puede ayudar a aliviar la presión sobre el nervio afectado.
- Ortesis plantares: Plantillas o soportes diseñados específicamente para cada paciente, pueden ayudar en la cinemática del pie, redistribuyendo el peso en el pie y reduciendo la presión sobre el neuroma. Es de los tratamientos más efectivos para muchas personas.
- Medicamentos antiinflamatorios: Los fármacos antiiflamatorios pueden ayudar a reducir el dolor y la inflamación. Es fundamental evitar la automedicación porque puede ser contraproducente para su salud. Los medicamentos deben ser administrados bajo la indicación del médico tratante.
- Inyecciones de corticoides: En algunos casos se indica inyecciones en el área afectada para dismuir la inflamación y el dolor.
- Terapia física: Los ejercicios y tratamientos realizados en la fisioterapia son una buena alternativa para estos pacientes, ya que ayudan a desinflamar la zona afectada, fortalecen los músculos del pie y mejoran la mecánica del movimiento, aliviando así los síntomas.
“En casos más severos, donde el tratamiento conservador no alivia los síntomas después de un período razonable de tiempo, se considera como última instancia la intervención quirúrgica, la cual implica la extirpación del neuroma o la descompresión del nervio afectado. No obstante, el pronóstico para las personas que reciben tratamiento es favorable, puesto que muchos pacientes suelen experimentar una disminución significativa del dolor y pueden caminar con normalidad tiempo después”, refirió Barrientos.
Según la experta de Cleveland Clinic, las técnicas quirúrgicas más comunes suelen ser:
- Neurectomía: Esta es la cirugía más común para tratar el neuroma de Morton. En concreto, el cirujano extirpa parte del nervio afectado.
- Ablación neurológica criogénica: El cirujano utiliza frío extremo para destruir una cantidad específica de células nerviosas, lo cual reduce la inflamación y la sensibilidad del nervio.
- Ablación por radiofrecuencia: Consiste en utilizar una corriente eléctrica para destruir una pequeña cantidad del tejido nervioso afectado mediante calor. Esto evita que las señales de dolor se envíen de vuelta al cerebro.
¿Qué sucede si el neuroma de Morton no se trata adecuadamente?
En primer lugar, es fundamental tener en cuenta que, esta condición sí puede reaparecer, sobre todo, si no se ha tratado la causa principal del neuroma o si persisten los factores de riesgo, como el uso de calzado ajustado, tacones o padecer de sobrepeso u obesidad.
“Si un neuroma de Morton no se trata, puede causar daño en los nervios o dolor crónico en el pie afectado. Por esta razón, es importante visitar a un médico tan pronto como se note cualquier síntoma de esta afección, pues cuanto antes un especialista diagnostique y trate un neuroma de Morton, menos probabilidades habrá de que una persona experimente complicaciones”, recalcó la cirujana ortopédica.
¿Cómo afecta el neuroma de Morton en la calidad de vida de los pacientes?
Desde luego, esta es una condición que puede impactar significativamente en la calidad de vida de quienes lo padecen, pues como aseguró el doctor Gallo, el dolor y la sensación de hormigueo o entumecimiento en el pie puede llegar a ser incapacitante, ya que puede dificultar el poder caminar, en especial con ciertos tipos de calzado o durante actividades que requieran estar mucho tiempo de pie. Por consiguiente, los pacientes tienden a evitar ciertas actividades, lo que puede repercutir en su vida laboral y personal, además de conllevar a una reducción de la calidad de vida en general.
“Por lo general, el paciente peruano no va de inmediato al médico ante una molestia o dolor, sino que, en un primer momento, opta por algún antiinflamatorio o en todo caso, recurre a un terapeuta físico, sin haber recibido previamente una atención médica adecuada, la cual permita realizar una buena evaluación del pie, por ende, un diagnóstico y tratamiento que ayuden a mejor los síntomas y la calidad de vida”.
¿Qué medidas preventivas se pueden tomar para reducir el riesgo de desarrollar un neuroma de Morton?
Para poder reducir el riesgo de desarrollarlo y evitar su aparición, Rodrigo Gallo recomendó las siguientes medidas preventivas:
- Seleccionar un calzado adecuado: Lo ideal es optar por un calzado cómodo y con buen soporte que sea ancho en la punta y que no comprima los dedos ni ejerza presión sobre el pie. De preferencia, es mejor evitar los zapatos de taco alto y que tengan una puntera angosta.
- Usar plantillas: Estas pueden ayudar a reducir la presión en el área del antepié y mejorar la distribución del peso. Sin embargo, para su uso siempre se debe pasar por una evaluación médica previa, ya que estas deben ajustarse correctamente a la forma y tipo de pie de cada persona. Por ello, se deben evitar el uso de plantillas genéricas, las cuales podrían producir el efecto contrario e incluso incrementar la posibilidad de desarrollar el neuroma de Morton.
- Mantener un peso saludable: El sobrepeso u obesidad pueden aumentar la presión en los pies, razón por la cual, es indispensable mantener un peso saludable para minimizar el riesgo.
- Realizar ejercicio: Los ejercicios para estirar y fortalecer los músculos del pie y la pierna pueden ayudar a reducir la presión en el nervio.
- Cuidados durante las actividades de impacto: Si se realizan actividades que involucren una presión constante en el pie, es crucial tomar descansos y usar un calzado deportivo bien acolchado para amortiguar las plantas de los pies.
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