El desperdicio de alimentos y el cambio climático centran la Conferencia Regional de la FAO para el Medio Oriente, que se celebra en Roma desde ayer y hasta el próximo día 18 y en la que se discuten medidas para evitar el hambre en el futuro, según un comunicado emitido hoy.
La Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) estima que la población del Medio Oriente pasará de 380 millones de habitantes a 520 en 2030, por lo que se hace necesario coordinar medidas que garanticen a los habitantes de esta zona del mundo el acceso a alimentos y el mantenimiento de los recursos naturales de la zona.
Según este organismo, los dos grandes retos de la región son el desperdicio de alimentos, frecuente debido a la falta de infraestructuras que favorezcan la llegada a los mercados locales de vegetales, carne y pescado desde sus puntos de producción, y el cambio climático, que amenaza con mermar los recursos hídricos de una de las regiones más pobladas y con mayor escasez de agua del mundo.
La FAO calcula que todos los años se desperdician en el Medio Oriente 16 millones de toneladas de cereales las suficientes para alimentar a entre 70 y 100 millones de personas, el 15 % de la producción de legumbres y el 30 % de los alimentos perecederos (vegetales, carne y pescado) debido a la poca capacidad de almacenaje sobre todo, en frío de estos países así como a la falta de carreteras para llevar los alimentos a sus puntos de venta.
Respecto al cambio climático, las estimaciones actuales prevén la reducción de las precipitaciones y un aumento de hasta 4 grados centígrados de las temperaturas, condiciones que ponen en riesgo la producción agrícola y ganadera, así como el mantenimiento del medio natural, según la nota.
Por ello, está previsto que estos días se discutan propuestas encaminadas a un uso del agua más eficiente, la reforestación de bosques y pastizales degradados y la reducción de la sobrepesca y el exceso de pastoreo, así como la creación de un Fondo fiduciario regional para el desarrollo agrícola del Medio Oriente que complemente la financiación internacional actual.