Cuando Jakson Follmann consigui dar sus primeros pasos sin apoyos se sinti como un bebe. Casi tres meses despus del accidente, volva a estar de pie, solo, con una prtesis sustituyendo la pierna que perdi en la tragedia area del Chapecoense de Brasil, pero con la vida de nuevo ante l.

Y este superviviente de 24 aos no piensa dejar pasar ni un momento de este segundo tiempo.

No adelantara nada estar llorando, lamentndome por lo que me pas, afirma con voz suave quien fuera el arquero suplente del equipo revelacin del continente, diezmado en la noche del 28 de noviembre.

Despus de unas semanas mgicas, el avin donde viajaba el humilde Chapecoense a su primera final de la Copa Sudamericana se estrell en las montaas de Medelln. Murieron 71 personas y solo seis sobrevivieron al infierno en que se convirti aquel cerro lleno de destrozos, cuya imagen brumosa dio la vuelta al mundo.

De all consigui salir respirando este joven espigado, llegado al equipo en mayo con la esperanza de dar un salto en una carrera iniciada a los 13 aos, cuando dej su casa de Alecrim (sur) para jugar en las categoras inferiores del Gremio de Porto Alegre.

Desde entonces, cada paso por clubes del rudo ftbol modesto apuntaba a hacerse algn da dueo de un arco de la primera divisin. Hasta que todo cambi. O casi todo.

Despus del accidente, mi mayor deseo fue ponerme de pie, caminar, ()ir solo al bao, lavarme los dientes Esas cosas sencillas que pasan desapercibidas para las personas, explica con la media sonrisa del vencedor que recuerda lo que le ha costado cada trofeo.

MS ATLETA QUE NUNCA Con el cuerpo todava lleno de cicatrices y la movilidad dolorida tras varias operaciones en 56 das de internamiento, Follmann aguarda las instrucciones del doctor Jos Andr Carvalho en el centro de rehabilitacin de Sao Paulo, donde reconquista su autonoma.

Desde que en febrero comenz sus sesiones en esta sala llena de barandillas blancas, la progresin de este joven risueo a quien le gusta tocar la guitarra ha ido ms rpido de lo esperado.

Adems de la amputacin de gran parte de la pierna derecha, el accidente le dej seriamente daado el tobillo izquierdo todava bajo una aparatosa escayola y tuvo que ser operado de las vrtebras y recuperarse de varias fracturas.

Pero sus golpeados msculos de deportista no han perdido la memoria y l, tampoco.

Cuando comenc a dar mis primeros pasos sin muletas quera subir escaleras, bajarlas Mi pensamiento era de hacer muchas cosas, aunque s que todava no puedo y tengo que respetar mi cuerpo, cuenta sereno.

El accidente le cambi las prioridades, pero se neg a que arramblara con todo lo que haba construido.

Soy un amante del deporte, no me veo como un exatleta, al contrario; me veo muy bien, ms atleta que antes, dice riendo.

Exigente, no pierde detalle de los ejercicios que le propone el doctor, que esta maana aparece con un baln para trabajar su equilibrio. Con la misma concentracin que durante tantos aos invirti en mejorar bajo el arco, compite ahora contra el suelo.

Ese espritu luchador podra llevarle de nuevo a las canchas como atleta paralmpico, una idea que quiere meditar con su familia cuando llegue su prtesis definitiva.

Aprovechando sus das en Sao Paulo, que combina con periodos de trabajo en Chapec donde vive con su prometida, Follmann visit el centro nacional de deporte adaptado, donde practic volei sentado y regres lleno de ideas.

All pude percibir una vez ms que la limitacin de las personas est en la cabeza. Si tienes la cabeza bien, con pensamientos positivos, puedes hacer muchas cosas, subraya.

HERIDAS l lo sabe bien. Su optimismo ha sido su salvavidas y el motor que le ha devuelto los pasos, pero la lucha contra las secuelas de aquella noche terrible no es una batalla fcil.

Cuando me despert en el hospital ya saba que haba pasado algo muy grave porque vi que estaba muy herido, me acordaba que la ltima vez que haba estado bien era en el avin, rememora con la mirada baja.

Follmann recobr la conciencia poco despus de que su familia llegara al hospital de San Vicente de Rionegro, donde pas dos semanas, y pidi que no le contaran nada del accidente. No quera ver la televisin ni saber los detalles, solo llevar su duelo por los hermanos que se fueron.

En Colombia lloraba mucho, estaba muy emotivo, pero en cuanto coloqu mis pies en Brasil, comenc a tener mucha fuerza para afrontar las cosas, cuenta.

De nuevo en pie, ahora vuelve a ser el dueo de sus pasos.

Fuente: AFP

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