El Real Madrid apelará mañana a la épica en su desesperado intento por remontar el 4-1 ante el Borussia Dortmund y alcanzar así una final de la Champions League que de momento ve como un sueño muy lejano.
El equipo de José Mourinho se llevó el miércoles una derrota de Alemania con la que no contaba en la ida de las semifinales. Su rival lo sacó del campo con fútbol y empuje, que es lo que ahora busca el Real Madrid para propiciar una noche mágica.
Para ello, el club activó su maquinaria propagandística con el fin de pedir el apoyo de su hinchada, pero el Real Madrid necesitará bastantes más cosas que corazón e hinchada para superar ampliamente a un Borussia Dortmund que fue notoriamente superior en los tres partidos jugados ante los blancos esta temporada en Champions (2-2, 2-1 y 4-1).
La gran estrella, Cristiano Ronaldo, superó unas molestias musculares. Esta vez Mourinho no dio el equipo titular. “Mañana la situación es diferente. Podemos jugar con gente o sistema que normalmente no utilizamos”, precisó el DT.
Lo más probable es que el Real Madrid renuncie al trabajo de Sami Khedira y sea el croata Luka Modric quien acompañe a Xabi Alonso en la medular. Otra posibilidad, todavía más ofensiva, es que el Real Madrid juegue con Gonzalo Higuaín y Karim Benzema como acompañantes de Cristiano Ronaldo.
Son medidas desesperadas para una situación desesperada, como es intentar remontar tres goles a un rival que de momento no ofreció grietas en sus costuras. El reto del Borussia Dortmund es lograr un gol en el Santiago Bernabéu para tener un acceso medianamente tranquilo hacia la final. Para ello, además del goleador Lewandowski, cuenta con volantes tan reconocidos como Marco Reus y Mario Götze.
El Real Madrid se encomienda a la épica y a los 80 mil hinchas que alentarán al equipo blanco en un intento de rememorar viejas noches de remontadas, muy lejanas ya en el recuerdo.