Italia derrotó 2-0 a Irlanda y avanzó a los cuartos de final de la Eurocopa dejando abiertas todas las dudas que su fútbol viene generando en el torneo. Por su parte, el campeón vigente España venció 1-0 a Croacia (gol de Navas) y clasificó en primer lugar del grupo.

Antonio Cassano, de cabeza a los 35, puso el primer gol del encuentro, el que les permitió a los azzurri quedar segundos en un Grupo C en el que no estuvieron lejos de ser eliminados. Mario Balotelli marcó a los 90 el 2-0.

Durante casi todo el primer tiempo Italia sufrió mucho más allá de lo esperado y temió, con razón, la deshonra de irse del torneo a las primeras de cambio, como ya le sucedió a Holanda.

Irlanda estaba bien parada, con dos disciplinadas líneas de cuatro a las que los azzurri no sabían cómo superar. Si incluso Andrea Pirlo, lejos de su mejor noche, quedó tirado en el piso tras darle sin intención una patada en la pierna a su marcador. El dolorido era él, no el irlandés, que ni se enteró.

Pero Irlanda no sólo defendía. Los hombres de Giovanni Trapattoni llegaban con cierta frecuencia al área rival, aunque allí se les veía el límite: siempre fallaba el último pase, siempre se extrañaba una dosis extra de fantasía o calidad.

El final vio a Italia decidida a que la pelota estuviera lo más lejos posible de Buffon y a Irlanda buscando el gol del honor para no irse del torneo con cero puntos. Eso mismo fue lo que le pasó a Holanda, con la diferencia de que su hinchada no se fue cantando.

El postrero golazo de Balotelli, de espaldas al arco para empalmarla a la red, fue sólo eso, un bello momento de una Italia muy poco atractiva.

Ahora Italia esperará al primero del Grupo D que se define mañana: Francia, Inglaterra o incluso el organizador de la Eurocopa, Ucrania.