Dos décadas pateando un balón profesionalmente. Casi quinientos partidos encima. Campeón en donde fue: Perú, Países Bajos, Alemania, Emiratos Árabes, Rusia. Más de cien goles, uno de ellos de los más gritados por el hincha peruano. Jefferson Agustín Farfán Guadalupe sabe qué significa triunfar en el fútbol. Pero también conoce la caída, los golpes. A lo largo de su exitosa carrera, el ’10′ ha sufrido muchas lesiones, las mismas que lo han sacado de las canchas por 972 días, haciendo un conteo general.
“La vida siempre tendrá obstáculos y dificultades en el camino, pero no me detendrás ni me daré por vencido”, escribió el último lunes. Una foto suya pensativo, como analizando su futuro, acompaña el texto. El atacante de 36 años regresó a Alianza Lima con el objetivo de retribuir todo lo que el club hizo por él. Después de seis partidos, sabe que eso aún no se ha cumplido.
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El último martes, desde España, el médico que lo operó de la rodilla en Barcelona en 2019 dio la noticia que nadie quería leer o escuchar. “Ya me enviaron la resonancia. Es un desprendimiento de cartílago más pequeño que el anterior, pero es la misma área que tenía lesionada”, señaló el doctor Ramón Cugat a Exitosa Deportes. “Podría volver a jugar en 10 meses”, añadió.
Jefferson podría volver a pasar por el quirófano. Intentará, como siempre lo ha hecho, volver más fuerte. Seguramente lo hará desde la Videna, el lugar que siempre elige para recuperarse después de cada lesión. El ambiente rojiblanco y los médicos de la selección hacen que el ’10′ se sienta seguro.
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2011 y su primera gran caída
A lo largo de su carrera, Jefferson ha tenido que sortear muchos obstáculos. De los férreos defensores que usaban todas sus artimañas para quitarle el balón a las lesiones. Sobre todo las de su rodilla, un problema que parece ser crónico. En noviembre del 2011, la ‘Foquita’ no pudo evitar la caída por 2-0 de la selección peruana ante Ecuador en Quito por las Eliminatorias y fue cambiado tras sentir un dolor en la rodilla izquierda.
En un principio no parecía ser de gravedad. En su edición web, El Comercio informó que luego de una resonancia magnética, “el cuerpo médico del Schalke 04 determinó que si bien existía una rotura esta era parcial y que, incluso, podría volver a jugar en diciembre”. Es decir, se estimaba que el atacante iba a regresar a las canchas en seis semanas, pero no fue así.
Jefferson regresó de Alemania para hacer su rehabilitación en la Videna, aprovechando sus vacaciones. Sin embargo, esto no fue del agrado del club alemán que decidió retirar la oferta de renovación pese a que ese año Farfán fue una de las figuras en la histórica Champions League en la que llegaron hasta semifinales.
“Le tengo un cariño al Schalke, pero me ha sorprendido que hoy retiraron la oferta para renovar que me hicieron hace dos semanas”, declaraba el peruano desde la Videna, mientras hacía trabajos de recuperación a cargo del doctor Jorge Alva, entonces médico de la selección peruana.
A pesar de que se estimaba que su recuperación iba a durar seis semanas como máximo, el atacante quedó fuera por 80 días (algo de once semanas) y se perdió diez partidos de su equipo.
2014, el Perú teme por el futuro del ’10′
Tras superar la primera lesión a su rodilla, Jefferson empezó a recobrar el nivel que tenía en sus primeros años en Alemania. Sin embargo, en 2014 se temió por el futuro del jugador. A inicios de año no tuvo mucha continuidad en el cuadro alemán por un problema con los cartílagos en su rodilla derecha, como informó Bild en ese momento. Esa temporada (2013-2014) apenas jugó 23 partidos cuando su promedio era por encima de los 35 encuentros por campaña. Su último partido fue en abril.
“Yo tuve un problema en marzo del 2014 con el cartílago. Seguí entrenando. Era un dolor suave. Después fui de vacaciones a Perú y empecé a tratarme con un terapeuta, pero empezó a molestarme más. Luego me hice una radiografía y me dijeron que tenía una lesión. Allí fue cuando tuve que venir al Schalke 04, me operaron y el doctor me dijo que estaría siete meses de para”, contó en julio de ese año.
El atacante empezó su recuperación en Alemania, pero decidió continuar su rehabilitación en un lugar conocido: la Videna. “Desde hace dos semanas está en Perú y permanecerá allí aún cinco semanas”, informó Horst Heldt, manager del club alemán. “Estamos continuamente en contacto con sus médicos”, añadió.
Jefferson se recuperó en la Videna y en marzo de 2015, 248 días después, volvió a tener actividad. El peruano ingresó en el minuto 77 de la caída del Schalke ante el Leverkusen (1-0). Fue una gran noticia para el país, pero pese a ello Ricardo Gareca no lo convocó para el partido ante Venezuela, el primer partido que tendría el técnico al mando de la selección peruana.
2015, todo se complica
Tras su reaparición, Farfán sumó nueve partidos con el Schalke entre marzo y mayo del 2015. Sin embargo, los problemas reaparecieron en la Copa América. Las dolencias en la rodilla y una extraña lesión en los pies hicieron que el ’10′ solo juegue tres partidos y medio de los seis que disputó la selección en Chile. Estuvo en el debut ante Brasil, se ausentó frente a Venezuela, fue suplente ante Colombia (ingresó en la segunda parte), arrancó vs. Bolivia y Chile, pero no jugó ante Paraguay en el duelo que definía un lugar en el podio.
Las secuelas le seguían complicando, tanto que decidió dejar el Schalke y marcharse al Al Jazira de Emiratos Árabes Unidos. Liberarse de la alta demanda que exigía el fútbol alemán le daba un nuevo aire. Sin embargo, sus años en el Medio Oriente no son de grata recordación. Solo a cuatro meses de arribado, una nueva lesión lo apartó de los campos de juego.
En el partido ante el Al Ahli por la Liga del Golfo Pérsico, del 30 de noviembre, volvieron los fantasmas. Tras disputar un balón aéreo pisó mal y se lesionó el tobillo izquierdo. El delantero se había roto el ligamento.
El peruano se operó en Portugal y nuevamente vino a Lima para recuperarse. La Videna volvió a ser el lugar que ‘JF10’ elegía para rehabilitarse. “No vamos a hacer que se exija más de la cuenta”, decía el doctor de la selección Julio Segura.
Los pronósticos no eran buenos. En la Videna creían que era casi imposible que el delantero iba a estar apto para los partidos ante Venezuela y Uruguay en marzo del 2016. Sin embargo, Jefferson apareció el 25 de marzo para jugar 60 minutos ante Venezuela. Ahí nació aquella polémica por si estaba realmente recuperado. Un mes después, el mismo Farfán aseguró que no. “En mi caso yo no estaba al 100%, Ascues tampoco. Veníamos de lesiones, queríamos dar todo y creo que ahí se regalaron dos jugadores más. En Eliminatorias no podíamos regalar nada. Estuve a un 60, 70%”, manifestó la ‘Foquita’ a D’Enganche.
De Rusia a Brasil, un sufrimiento continuo
Jefferson Farfán llegó al Lokomotiv de Rusia en 2017 y desde el primer partido mostró estar en su mejor forma. Pasó un año y medio sin grandes preocupaciones. Recién la conmoción en el Mundial Rusia 2018, una lesión de ligamentos entre setiembre y octubre del mismo año y una dolencia a la cadera en mayo del 2019 significaron una mayor para a sus actividades. El cuerpo le pasaba factura el alto rendimiento.
En todos esos casos no acudió a la Videna porque no requería de mucho tiempo de duración. De hecho, la lesión en los ligamentos de su pierna derecha solo lo tuvo fuera de los campos por 44 días.
El 22 de junio del 2019, en Brasil, fue un día trágico. Para el Perú y la para Farfán: la selección perdió la final de la Copa América ante el local y el atacante sufría del desprendimiento de cartílago de su rodilla izquierda tras un choque con Casemiro en el minuto 9 de juego. El ’10′ disputó todo el partido, pero tras el pitazo final, el dolor anunciaba lo peor.
La ‘Foquita’ fue operado en Barcelona y se recuperó nuevamente en su segundo hogar, la Videna de San Luis. Se preveía que estaría seis meses fuera de los campos. En noviembre ya trotaba y en enero del 2020 era parte de la pretemporada del cuadro ruso.
En octubre de ese mismo año, con la parón por la pandemia del COVID-19, sin club y con muchos entrenamientos en la Videna encima; Farfán jugó en el inicio de estas Eliminatorias rumbo a Qatar 2022. Pero sus condiciones no eran las mejores. En setiembre empezó a sentir molestias en la rodilla, lo que no le permitía hacer trabajos de campo. Se sabía que no estaba al 100%, por eso solo los 26 minutos en Asunción y los 90 ante Brasil.
“Quiero empezar al 100%. No quiero regalar nada”, decía en Al Ángulo de CMD el año pasado. “Ahora lo que quiero es disfrutar estos años que me quedan de fútbol y recuperarme al 100%”, agregaba en Las Voces del Fútbol en febrero pasado.
El 23 de marzo pasado, el potrillo más esperado hizo su retorno a La Victoria. Conscientes de su estado físico, Alianza intentó llevarlo de a pocos. Media hora en su debut con gol ante Municipal, mismo tiempo frente a Sport Huancayo, César Vallejo y Deportivo Binacional. Sin embargo, el ’10′ quiso intentar jugar más. Contra Alianza Atlético y Sport Boys jugó el partido entero. Y ahí sintió el dolor. Jefferson Farfán estará fuera, en principio, todo el año. Una noticia triste para un futbolista que nunca se rindió pese a las lesiones.
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