En la losa del Estadio Lolo Fernández, en medio del ocaso limeño, se escribe una simpática historia de Universitario, donde el regocijo no hace falta. Una pelota, 14 jugadores con síndrome de Down, un entrenador y dos arcos son suficientes para que el júbilo salga a relucir en el campo crema. En el transcurso, los sueños de estos muchachos se impulsan al compás de la pelota. La aventura para ellos apenas comienza.
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“Todos somos Universitario”, escribió en sus redes sociales un compañero -crema a morir-, que casi siempre luce al lado de su hermano con síndrome de Down, también hincha de la ‘U’. Y nada más cierto que eso. El club merengue ha dado un importante y necesario paso hacia la inclusión en el fútbol peruano. Y, realmente, así queda reflejado que todos son Universitario.
Exactamente, el 16 de diciembre del 2021, se inició oficialmente esta aventura. Universitario formó una alianza estratégica con el Colectivo Down Perú, y se convirtió en el club pionero del país que cuenta con un equipo de futsal integrado únicamente por personas con síndrome de Down.
“Se le ofreció a Universitario ser el primer club que pueda tener este tipo de chicos desarrollando la actividad de futsal y aceptó, también para apoyarnos con las instalaciones, materiales, siempre y cuando sea sin fines de lucro, que es lo que se busca. Nosotros a los chicos no les cobramos. Por el momento, nosotros tampoco cobramos como docentes, porque esto es a largo plazo”, cuenta Diego Valladares, entrenador del equipo.
Para el Colectivo Down Perú fue bastante complicado encontrar una institución que pueda albergar a los muchachos para que desarrollen esta actividad deportiva. Y ha sido Universitario el primer club que le ha abierto las puertas. Sin embargo, se espera que esta iniciativa se extienda con los demás equipos del país.
“Se ha hecho la invitación a los demás clubes que también tengan la iniciativa de poder fomentar la inclusión para todas sus áreas, no solamente a través del futsal, también lo pueden hacer en fútbol, en básquet, que es lo que Universitario de Deportes está aspirando a dar un pasito más adelante”, comenta Valladares.
Un técnico que aspira al cambio
Los sueños de Diego Valladares siempre han ido acompañados de una pelota. El actual técnico del equipo de personas con síndrome de Down de la ‘U’ fue jugador nacional de futsal: perteneció a la selección sub-20 y también fue preseleccionado del cuadro mayor.
Un día, un entrenador suyo en la selección juvenil le dio a entender que hay muchas cosas que no se están haciendo bien en el deporte de nuestro país, las cuales se tienen que cambiar. A partir de entonces, Valladares decidió estudiar la carrera de Ciencias del Deporte para aportar su granito de arena al cambio al que aspira.
“En nuestro país el deporte está mal estructurado. Aquí lamentablemente si tú has tenido la capacidad de jugar profesionalmente tienen o pueden enseñar. Y no es así. Creo yo que las personas preparadas son las que deben hacerse cargo de una buena formación tanto de menores mayores y personas que realmente necesiten esta actividad”, explica.
La aventura de Diego en esta etapa como entrenador empezó a los 17 años, nada menos que en Alianza Lima. En la sede de La Victoria, junto al profesor Ernesto Arakaki, emprendió sus andanzas trabajando con habilidades tempranas en la Villa Íntima.
“Yo me he especializado en la iniciación deportiva con los niños desde los 3 años hasta los 12 años. Esa es mi especialidad. Veo todo lo que es la parte psicomotriz y me llamó mucho la atención la estructura que se había armado en ese momento en Alianza Lima para que los niños puedan mejorar sus condiciones motrices. Porque muchas veces se tiene entendido que la academia de fútbol es simplemente driblar platitos, conos y que jueguen. Eso también se debe reformar en todas las academias”, dice.
Desde hace tres años, Diego Valladares dejó de ser jugador y entrenador de futsal para empezar un nuevo proyecto. Le costó dar un paso al costado en el campo en el que estaba y ahora se enfoca netamente en adiestrar a jugadores con síndrome de Down en Universitario. No es la primera vez que lo hace. Anteriormente, también ha trabajado con personas que tienen síndrome de Asperger, autistas, u otro tipo de diagnóstico.
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Su intención es romper los paradigmas que se construyen sobre las personas con esta alteración genética. “El deporte nos va a permitir demostrar a la gente que ellos pueden formar parte de nuestra sociedad de manera igualitaria a nosotros”, pronuncia optimista. A partir de ahí nace su idea de aportar a los muchachos, más allá de lo técnico y lo táctico, una fortaleza emocional y la inclusión a diversas actividades, especialmente, la deportiva.
Ahora bien, para el entrenador crema, con la experiencia que le respalda, no le resulta complejo trabajar con personas con síndrome de Down, todo lo contrario. Él se siente bastante agradecido con la oportunidad.
“Siempre me han dicho que si ya manejas niños, puedes manejar a cualquier tipo de persona. La verdad que para mí no es dificultoso trabajar con ellos, porque te entienden y comprenden (...) Lo que sí son muy emocionales. Sus sentimientos siempre salen a flote. Para ellos no importa ganar o perder, lo importante es divertirse y que todo en su entorno se sienta bien. Entonces, eso hace trabajar a uno cómodo con ellos”, resalta.
La pasión en el ADN
Si hay algo que destacar de este especial equipo de futsal es su inmejorable pasión. El hecho de pertenecer a un club tan grande como Universitario de Deportes le da la motivación necesaria a los 14 protagonistas de esta historia. Ellos reconocen que no están parados en cualquier lugar, representan a la ‘crema’ y eso no se negocia.
“Los chicos son muy apasionados a la hora de realizar el futsal y muy apasionados con representar al club. Ellos saben que están en Universitario y no cualquiera llega a donde están ellos. Los chicos tienen cualidades técnicas muy buenas, que tú sí los ves ni siquiera pensarías que pueden tener síndrome de Down, sino que son chicos comunes y corrientes que están realizando actividad física”, describe Valladares.
Lo importante también es que todos se apoyan entre sí, más allá de lo deportivo. Nadie se queda atrás. Todos son bien unidos y así, en medio de cualquier adversidad que se pueda presentar con cualquiera, siempre habrá manos amigas para el auxilio generoso. “De la parte emocional, son chicos que siempre van a velar por el bienestar de todos los que estén en su entorno”, expresa el entrenador.
En ese contexto, lo más valioso para Diego Valladares es que, a través de sus enseñanzas, este equipo pueda llevarse una lección de vida. Los títulos y logros pasan a segundo plano. Eso sí, la intención también está en que los muchachos puedan ser reconocidos por la hinchada de la ‘U’ debido al aporte que hacen y harán en un futuro para el club.
“Tal vez todo lo que nosotros le enseñamos a ellos en su día a día se pueden olvidar, pero jamás jamás ellos se van a olvidar como tú los has hecho sentir en estos entrenamientos, si fuiste bueno con ellos o si les alegraste el día. Entonces, para mí como entrenador, es importante hacerlos sentir bien y que se sientan parte de nuestra sociedad”, sentencia.
Una cita mundialista y los desafíos futuros
Desde que se oficializó la creación de este equipo de futsal de Universitario, los 14 muchachos con síndrome de Down no han parado de entrenar hasta el cansancio para demostrar todo su talento. De hecho, ocho de ellos -Jhonatan, Aldo, Josué, Juan Diego, Ángel, Luis Andrés, Luis David y Carlos– han sido preseleccionados para el combinado peruano de cara al tercer Mundial de la disciplina.
Este importante evento se desarrollará en el mes de abril y será albergado por nuestra capital, lo cual significa una motivación extra para los jugadores. Con el aliento de su gente, los jugadores de la ‘U’ —sumado a los seleccionados de otras fundaciones— intentarán hacer el mejor papel posible para darle una alegría al país.
Actualmente, el conjunto crema solo está entrenando dos días a la semana en el Estadio Lolo Fernández. El propósito es no sobrecargar a los ocho chicos preseleccionados del plantel, quienes ya están preparándose con el combinado peruano tres veces a la semana para la cita mundialista, nos cuenta Diego Valladares, quien no solo dirige a Universitario, sino que también es asistente de la selección peruana de futsal con síndrome de Down, que hoy está a cargo del DT Giancarlo Zárate.
La pausa deportiva de más de un año que afrontó el equipo, debido a la pandemia del coronavirus, afectó considerablemente a la selección nacional. Sin embargo, en estos últimos meses, la evolución de los jugadores ha sido bastante óptima, tanto físicamente como tácticamente.
“Físicamente volvieron mal y también se les olvidó algunos conceptos del futsal (...) Hemos hecho una reestructuración total, hemos iniciado desde cero y a estos seis o siete meses de trabajo que tenemos, ya hay un cambio. Los chicos están compitiendo, no con personas con síndrome de down, sino con equipos femeninos, equipos juveniles de futsal, para que puedan tener un roce. Porque si nosotros vamos a un Mundial y hablamos de Brasil, de Italia, de Turquía, que son potencias en futsal de síndrome de Down, entonces tenemos que llegar con una preparación adecuada”, cuenta Valladares.
Las expectativas para el Mundial son bastante altas. El hecho de que se desarrolle en nuestro país ha motivado a Diego Valladores y Giancarlo Zárate a plantearse metas ambiciosas en el certamen, aunque siempre con la cautela que corresponde.
“El primer paso es poder clasificar en la fase de grupos. Luego, el segundo objetivo es ponernos entre los cuatro primeros. Y si las cosas se dan, poder obtener un título para nuestro país, que es lo más importante”, señala el técnico de la ‘U’.
Después de la cita mundialista, la acción continuará para los futbolistas con síndrome de Down. De hecho, se está planeando crear, de manera oficial, la Liga Nacional de la disciplina.
El Colectivo Down Perú empezó con estos esfuerzos de la creación de la Liga Nacional desde el 2019, organizando diversos torneos en Lima hasta la actualidad. Además, el hecho de que esta organización sea miembro de la Federación Internacional de Fútbol para síndrome de Down, le ha dado la oportunidad al país de ser organizador del Mundial.
El año pasado, en alianza con la Municipalidad de Lima, se desarrolló el segundo torneo metropolitano. Ahora, después de la cita mundialista, entre los meses de julio y agosto, el Colectivo Down Perú está organizando otro certamen en la capital, donde se proyecta la participación de 16 equipos, un aumento considerable con respecto a las anteriores ediciones.
Universitario será uno de los equipos que participe en la competición con el objetivo de conquistar el primer título en esta disciplina. “Será bonito”, expresa Diego Valladares. Mientras tanto, la creación de la Liga Nacional, que estaba prevista para lanzarse en 2020, se está reactivando de una manera más grande y formal, también con el propósito de que se sumen otros clubes a la iniciativa como Cienciano, que está próximo a firmar un acuerdo con el Colectivo Down Perú.
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