ARTURO LEÓN @Arturoleonf
Claudio Vivas estuvo mal. El pasado domingo reaccionó a los gritos contra un periodista de CMD del norte que, según él, le metió el micrófono de manera indebida. Nada justifica que un trabajador reciba ese tono prepotente. Tampoco ese “voy a hablar con tus colegas de Lima” que sonó a amenaza de inminente despido. Sin embargo, no solo Vivas se calentó con periodistas en la última década en el Perú. Aquí presentamos cinco casos emblemáticos.
1. VLADIMIR POPOVIC *“¿Cuántos años tienes?” *
En 1993, Perú fue el primero en el ‘grupo de la muerte’ de la Copa América, pero luego cayó con México sin atenuantes.
Entonces, bajó la crítica, como es habitual. El periodista Luis Carlos Arias-Schreiber, de la revista “La Copa y los mejores”, lo buscó para una nota. Todo iba bien hasta que interrogó por el bajo nivel de Pablo Zegarra y por qué no estaba Waldir. Popovic sintió que era un corralito. “¿Cuántos años tienes, con 23 años no puedes criticar”, dijo. “Yo aquí no vengo de vacaciones”, agregó. Incluso, le quitó el lapicero y se golpeó la cabeza con el puño. Tuvo que intervenir Miguel Humberto Aguirre para calmar la cosa, pero ya Popovic había perdido los papeles.
2. MIGUEL COMPANY “Ya estarás contento ¿no?”
Uruguay 95, Copa América. Esta historia tiene como protagonistas a Miguel Company, técnico de Perú en esa Copa, y a un periodista, todavía vigente. Ambos estaban alojados en el mismo hotel en Tacuarembó, a una hora de Rivera, la sede. Luego del cierre de ese torneo (2-0 con Brasil), surge el incómodo roce: “Ya estarás contento, ¿no? Porque usted es de los que se alegra cuando pierde Perú”, dice Company “Noooo, Miguel, no es así”, responde el colega, en retroceso. Si no se movía con velocidad, contaba un ojo morado. Años antes, Company ya había atemorizado a otro colega. Fue en los Panamericanos del 93. El periodista de TV le echó la culpa de la derrota y Miguel lo encaró: “No te pegaré con el puño cerrado, sino con la mano abierta, como a las mujeres”. A recordar, Company es karateca.
3. ‘PACHO’ MATURANA “Son unos conspiradores”
Lo trajeron para ir a Corea 2002 y a él le faltó correa. Cuando quedaban aún 14 partidos por jugar, 42 puntos posibles para llegar a Corea-Japón, ‘Pacho’ Maturana denunció un complot de la prensa que según él tenía un móvil clarito: “Quieren la vuelta de Oblitas al cargo”. Su roce con la prensa ocurrió en la Videna luego de perder con Colombia 1-0 con gol de Ángel. “Inventan peleas entre Solano y Palacios, me acusan de que voy al hipódromo cuando yo voy al Burger más que a ver caballos, quieren a otro acá. Lo sé, es un complot”. Pacho’ se fue y al año siguiente –cosas del fútbol– fue campeón de la Copa América con su selección.
4. PAULO AUTUORI “No respondo estupideces”
En el Perú, la relación entre periodistas y técnicos tiene síntomas de matrimonio al límite del divorcio: pura pelea. Recordemos: el ex jefe de deportes de RPP Efraín Trelles quiso profundizar sobre los centros aéreos y el fútbol peruano, y Autuori lo mandó a volar: “Estupideces no contesto”. El brasileño atravesaba una de sus peores crisis en el cargo: después de un buen arranque eliminatorio había caído 0-2 con Colombia en el Nacional de Lima y muy relajado no estaba. Trelles volvió a la carga, pero la respuesta fue la misma: “No respondo estupideces”. Tiempo después, previo a la Copa América, Autuori –molesto por una acusación contra Rebosio y Solano– cortó con la prensa. “No hablo”, dijo. Aunque sí hablaba para medios argentinos, uruguayos, brasileños y demás. Con ellos era todo lo gentil que con nosotros no.
5. SERGIO MARKARIÁN “Me tienen podrido”
No lo dijo a colegas peruanos, sino en la Copa América 2011. El uruguayo explotó porque la prensa chilena lo había llamado ‘ratonero’ –o sea defensivo– y no toleró el calificativo antes del duelo entre chilenos y peruanos. “Estoy harto de los rótulos, de los periodistas que ponen rótulos y hasta de los técnicos que ponen rótulos –en obvia referencia a Claudio Borghi–”. Ya en Lima, en 2012 no explotó contra redactores sino contra un hincha que lo hostigaba y al que llamó “miserable”. Como seleccionador, pese a esto, lució más controlado que en los años 90. Ahí, en sus etapas de la ‘U’ y Cristal, sí registra algunas joyitas.