Bolsa de valores: Claudia Gálvez, el tenis en buenas manos
Bolsa de valores: Claudia Gálvez, el tenis en buenas manos
Redacción EC

“¡Claudia, regresa al salón!”. La frase la repetían casi a diario sus profesores. Simplemente se escapaba. La niña, inquieta como cualquier chiquita de 6 años, solo quería una cosa: jugar tenis. Coger una raqueta y golpear la pelotita, eso es lo que hasta hoy la hace feliz. Han pasado cinco años desde su primer contacto con este deporte y hoy Claudia Gálvez es la número 2 de Perú en la categoría Sub 12. Sin recursos económicos, pero con dos becas –una en la federación y otra en una escuela privada–, la pequeña Claudia ha demostrado su potencial. Sus entrenadores creen que es uno de los mejores prospectos del tenis femenino peruano.

“Es una chica extrovertida, nunca está quieta en la cancha. Y eso es muy positivo”, dice Francisco Sánchez, español que trabaja con Claudia en el Campo de Marte. Le ve “un gran futuro” pero advierte que necesita mayor competencia internacional. “Ella necesita salir más. Pero no hay presupuesto en la federación y viene de una familia humilde. Si logramos que tenga ritmo internacional, puede llegar lejos”.

ALMA DE GUERRERA

Antes de hablar con Claudia la vi jugar un ‘tie-break’ ante su compañera Karen Siu. Me sorprendió su actitud. Para ella no era un partidito de práctica más. Parecía que jugaba la final de un torneo internacional. Gritaba por cada pelota fallada y se daba ánimos por disparos certeros. Comprobé su gran espíritu competitivo cuando empecé a hablar con ella “No me veo sin el tenis. Es parte de mi vida. Yo quiero ganar y jugar siempre. En eso pienso todo el día. Así tenga una ampolla, yo juego”, me cuenta la fanática de María Sharapova y Rafael Nadal.

La señora Leo Alvites, madre de Claudia, no contiene la emoción cuando habla de su pequeña. La mira, la observa, pero no le dice nada. Sabe que la menor de la familia Gálvez tiene las cosas claras en la cancha. “Ella es una chica muy viva, pero buena. Hay días que yo no puedo acompañarla a los entrenamientos y se va sola”, cuenta. “Mi esposo y yo la dejamos porque sabemos lo que el tenis significa para ella”, agrega.


Claudia Gálvez en acción. (Foto: Alessandro Currarino)

La Federación Peruana de Tenis, mediante un programa que busca incentivar este deporte  en las escuelas, ha permitido que chicas como Claudia conozcan una disciplina que no está al alcance de todos. “Si no fuera por estas becas, yo no podría darle a mi hija lo necesario para que entrene aquí. Somos una familia muy humilde”, dice la señora Alvites

La evolución de la pequeña en el colegio fue sorprendente. Le ganaba a sus amiguitos y se llevaba todos los títulos. “En el colegio nadie me ganaba. Los entrenadores me vieron y rápidamente me hicieron jugar con niños y niñas mayores. Y yo seguía ganando. Fue así que conseguí estas becas”, nos cuenta una sonriente Claudia.

TRABAJAR, CRECER Y COMPETIR

De derecha, de izquierda, con una mano. Claudia contesta siempre. No da por perdida ni una pelota. Su tenis, hasta ahora, es completo. Responde bien con el ‘drive’, lo mismo de revés. Su saque es bueno, aunque falta perfeccionar la velocidad. Todo a su tiempo, claro. Vestida con el uniforme de la selección peruana, entrena a doble horario. “No estoy cansada, podría seguir”, me dice a las 4:00 p.m., hora en que acaba el turno de la tarde.

El aspecto mental, importante en el tenis, se forma con el paso de los años. Claudia, sin embargo, parece tener las cosas claras pese a sus 11 años. Percy Melzi, coordinador de menores en la Federación y uno de los profesores de la número 2 del Perú, la considera “valiente y luchadora”.


Claudia Gálvez es la actual número 2 en la categoría Sub 12 en Perú. (Foto: Alessandro Currarino)

“Es una chica con muchísimo talento. En los momentos difíciles no titubea, al contrario, se crece. Definitivamente no le tiembla la mano”, asegura Melzi.

La primera semana de abril será una de las más importantes de su corta carrera. Gracias a que mantiene el puesto 2 del ránking Sub 12, accederá directamente al próximo Sudamericano de la categoría.

“Sí, voy a jugar. Y daré lo mejor de mí. No hay nada como defender la camiseta de Perú”, dice. Y solo tiene 11 años.

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