Lo hecho por los Miami Heat ayer fue épico. Remontó el partido a San Antonio Spurs y forzó una séptima y definitiva final de la NBA, que se jugará mañana en Miami.
A Miami le costó más de la cuenta ganar el partido. De hecho, tuvo que recurrir, inclusive, a un jugador descalzo. Era el todo o nada.
El protagonista de esta jugada insólita fue Mike Miller. El jugador se quedó sin zapatilla y decidió jugar sin ella. El partido iba 70-77 a favor de los Spurs en el cuarto cuarto, pero el triple de Miller acortó distancias a seis unidades.