El tenista español Rafael Nadal sostuvo que no volvería a adoptar una postura pública con relación a las demandas de los jugadores por salarios o el calendario de la ATP, ya que temía resultar incomprendido, y dijo que su voz no ayudaría a cambiar nada. “Soy el único en el pasado que ha hablado mucho del calendario, he hablado mucho de la Copa Davis, he hablado mucho del problema con el Abierto de Estados Unidos”, destacó el número dos del mundo.

“Pero al final del día, parece que soy el que siempre hablo de que las cosas que debe cambiar () Solo pierdo tiempo y energía”, lamentó, dejando en claro un “estoy en desacuerdo” cuando se le consultó sobre la actitud de Roger Federer sobre este problema.

“Está en la postura fácil: no digo nada, todo está bien y así quedo como un ‘gentleman’ (caballero). Que se vayan quemando los otros”, dijo Nadal en Melbourne, un día antes del inicio del primer Grand Slam de la temporada.

“Siempre hablo bien del tenis porque me ha dado experiencias que nunca había podido soñar, pero terminar tu carrera con dolor no es bueno”, refirió respecto a las molestias físicas que complicaron su rendimiento en la última temporada. “Igual él (Federer) acaba su carrera como una rosa porque a lo mejor tiene un físico privilegiado, pero ni (Andy) Murray, ni (Novak) Djokovic ni yo acabaremos de rositas”, dijo Nadal en una conferencia de prensa que podría traer consecuencias en la relación entre el español y el ‘Expreso suizo’.

Nadal respondió a los escépticos que pusieron en tela de juicio su motivación para el Abierto de Australia al decir el domingo que había recuperado la pasión que perdió hacia el final de la temporada pasada y que estaba en forma para enfrentar a su verdugo del 2011: Novak Djokovic.

“Estoy contento. Estoy entrenando bien. Estoy disfrutando de todo. Estaré preparado para mañana”, aseguró el mallorquín, cuando enfrente al estadounidense Alex Kuznetsov.