9.	Publicidad inteligente.  (Foto: Pexels en Pixabay. Bajo licencia Creative Commons)
9. Publicidad inteligente. (Foto: Pexels en Pixabay. Bajo licencia Creative Commons)
Oswaldo Molina

Imagine, estimado lector, que en un sobre la seguridad en un aeropuerto chileno se muestre una escena en la que detienen, de entre varios pasajeros, a un peruano. Seguramente, en medio de su indignación, usted se preguntaría: “¿Tenía que ser justamente peruano?”.

Si pudiesen responderle los publicistas encargados del spot, ellos argumentarían que “nunca se fijaron en la nacionalidad y que, en realidad, el detenido pudo provenir de cualquier país”. Sin embargo, dudo de que esa respuesta logre convencerlo y quitarle el mal sabor. De alguna manera, usted se ha sentido también agredido por dicha publicidad.

Eso se debe a que se ha podido identificar con el personaje de la escena: es también peruano y probablemente algún guardia en el control de seguridad de un aeropuerto en el extranjero lo ha visto con mala cara debido a su nacionalidad alguna vez. Un francés, en cambio, podría no notar nada y estar de acuerdo con los publicistas.Y eso quizás es lo más llamativo del error en la reciente publicidad de Falabella.

Nadie en todo el proceso de producción y revisión del mencionado spot tuvo la empatía y sensibilidad suficiente para darse cuenta de que era incorrecto asociar a los afroperuanos con suciedad y desorden. Nadie se sintió identificado. Todos fueron ‘franceses’. Esto jamás hubiese ocurrido si, por ejemplo, hubiese habido un afroperuano entre los directivos encargados de dar el visto bueno al spot.

Y eso nos debe hacer pensar en un punto que ha pasado relativamente desapercibido en la discusión: la poca diversidad existente en la plana gerencial y directiva de las empresas peruanas.

Al respecto, Seth Zimmerman, profesor de la Universidad de Chicago, muestra cuán grande puede ser este problema en Chile. De acuerdo con su investigación, el 41% de los puestos de liderazgo en las principales empresas es alcanzado por personas que han estudiado un puñado de carreras en las dos universidades más reputadas del país sureño. Sin embargo, esto solo ocurre –ojo con este dato– si uno es varón y proviene de alguno de los siete colegios privados más elitistas de Santiago. ¿Cómo será esto en el caso peruano? ¿Qué tan diversa es la plana gerencial y los directorios en estas latitudes?

Una mayor diversidad en esos ámbitos no solo implica una mayor atracción de talento –no necesariamente relacionado con el networking y las redes sociales–, sino también contar con una amalgama de perspectivas distintas, que facilita la innovación e incrementa la empatía –lo que hubiese, por ejemplo, impedido el error de Falabella–.

Empresas donde no gobierna la meritocracia terminan pareciéndose al guardia en el aeropuerto del ejemplo, que detiene sin mayor razón al Perú. 

No seamos ‘franceses’ y démonos cuenta.

Contenido sugerido

Contenido GEC