Mínimas listas: Tres "pentálogos" de escritores de microficción

Solicitar consejo a un escritor ms experimentado no es novedad ni motivo de vergenza. Algunos de estos pedidos de ayuda han motivado la escritura de textos fundamentales en la historia literaria, desde la Epstola a los pisones, donde el poeta latino Horacio escribi la primera arte potica como respuesta a las preguntas de los hijos de un senador romano; hasta las Cartas a un joven poeta, recopilacin de misivas del alemn Rainer Maria Rilke.

En el caso del cuento, el declogo ese conjunto de diez reglas que imita los diez mandamientos judeocristianos se ha vuelto, ms que una tradicin, un gnero propio. Desde que Horacio Quiroga escribi su Declogo del perfecto cuentista, escritores de diversas pocas (desde Julio Ramn Ribeyro hasta el argentino Andrs Neuman) han hecho del recomendar un arte.

En esta ocasin, hemos pedido a tres reconocidos escritores de microrrelatos que nos den cinco recomendaciones para adentrarse en el gnero (para separarnos un poco de la forma del declogo y alentar el ejercicio de la brevedad). Esperamos que as nuestros lectores se animen a participar en Historias Mnimas, Primer Concurso Nacional de Microficcin, organizado por este suplemento. Vea aqu las bases del conjunto e ingrese aqu para llenar el formulario correspondiente.

Alberto Chimal

[embed:1514975] (Foto: Nancy Chappell)

Narrador, dramaturgo y ensayista mexicano, particip, adems, en el Tercer Festival de la Palabra PUCP. Ha escrito los libros de microficcin El viajero en el tiempo y El gato del viajero en el tiempo. En el 2011 public mediante Twitter microrrelatos que luego compil bajo el ttulo 83 novelas.

1. Aunque pudiera parecer extrao, no sacrificar todo necesariamente a la brevedad. A veces s es necesario decir con dos palabras lo que podra decirse con una.

2. No tener miedo de implicar al lector mediante el juego, el humor o las referencias intertextuales.

3. A la vez, recordar que el texto necesita decir algo para que quien lo lea pueda jugar e imaginar a partir de l. Hay que tener responsabilidad de ese punto de partida que siempre es el texto.

4. Atreverse a experimentar. Un gnero joven como este admite muchas posibilidades creativas distintas y tiene mucho por descubrir todava.

5. Y, como para cualquier otro tipo de escritura, leer tanto como se pueda y practicar de manera constante.

No me asusto en la noche: cierro los ojos y mis amigos ya estn adentro. Cantan, bailan, traen comida, no dejan entrar a nadie.

Cuento infantil, en 83 novelas (2011).

Ana Mara Shua

[embed:1514974] (Foto: Archivo personal)

Novelista y cuentista argentina. Entre sus libros de microrrelatos ms destacados encontramos ttulos como Viajando se conoce gente (1988) o Como una buena madre (2002). Es considerada una de las ms importantes cultoras contemporneas del gnero.

1. Como en las artes marciales en las que se aprovecha la fuerza del adversario, utilizar los conocimientos de lector, que sabe ms de lo que cree.

2. Azotar las palabras hasta conseguir que se agrupen en un rebao ordenado. Tener el corral preparado de antemano.

3. Tejer lo fantstico y lo cotidiano en una sola trama. O no. Cortar lo que sobra.

4. Tallar la primera versin como una piedra en bruto, hasta obtener un diamante facetado. Si no es posible librarse incluso de la ms mnima imperfeccin, tirar la piedra a la basura, sin piedad.

5. Ser breve. Y, preferiblemente, tambin genial.

El fakir cubano Blacamn con ayuda de su discpula (y luego competidora) Koringa hipnotizaban leones y cocodrilos en el circo mexicano. Sus detractores afirman que los leones estaban drogados y los cocodrilos fingan por dinero.

Blacamn y Koringa, en Fenmenos de circo (2011)

Ricardo Sumalavia

[embed:1514976] (Foto: Consuelo Vargas)

Escritor y acadmico peruano, es el ms reconocido microficcionista del pas. Entre sus libros del gnero se cuentan Enciclopedia mnima (2004) y Enciclopedia plstica (2016).

1. Fjate en un punto, una imagen, un hecho, una idea, y cree que la Odisea se condensa all.

2. Imagina que eres Odiseo y que las sirenas son los dems gneros. No las oigas, pero crate una a tus necesidades.

3. Imagnate que eres una sirena olvidada y no tienes a quien cantarle. En ese momento ponte a cantar y escribe, y sucumbe a ti mismo.

4. Imagnate que eres Homero y que un dios te ha dado la opcin de recuperar tu vista por tres segundos. Observa y escribe.

5. Imagnate que eres el perro de Odiseo y que sabes que morirs al verlo volver. Solo tienes un par de minutos para expresarle con tu lenguaje lo inexpresable.

Para qu perder tanto tiempo, se dijo el artista, antes de colgar a sus modelos directamente en las paredes de la galera.

Hiperrealismo I, de Enciclopedia plstica (2016).