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Antes de empezar un maridaje de whisky, hay que tener en cuenta que el punto de inicio debe ser aquel destilado que cuenta con el perfil que ‘golpea’ más. Es decir, un abrebocas o aperitivo en lugar de un sabor más añejo, que se debe ubicar al final de la cena o almuerzo para experimentar la evolución mientras mayor es la gradación alcohólica.
Cuando se trata de whisky, sea aperitivo o bajativo, es importante que el líquido esté a temperatura del ambiente. Hay que evitar añadirle hielo porque la bebida se desnaturaliza.
“Es inevitable que el whisky no golpee. Lo importante es encontrar un equilibrio entre el impacto alcohólico y los años de añejamiento. Eso hace de que la sensación alcohólica sea menor. Mientras más años, el whisky se siente más suave, pues tiene más añejamiento”, comenta Jorge Ode, brand ambassador de Chivas Regal.
La propuesta de Arlette Eulert:
Para un whisky de 12 años: sabores ahumados, como una tostada con tinta de calamar, palta fuerte quemada que otorga una capa untuosa, lúcuma y leche de erizos de mar.
Para un whisky de 15 años: para un whisky donde sobresalen las notas ajerezadas, las especias de la salchicha y la crema tostadas repotencian su sabor, logrando un maridaje por contraste y no por complemento. En este caso, Arlette propone una mashua, crema de salchicha de Huacho, queso de cabra y zapallo.
Para un whisky de 21 años: al contar con maltas de distintas características, este whisky se complementa con un pescado en puré de ajo fermentado, reducción de pera y manzana y un brioche.
Para un whisky de 18 años: mole poblano, lúcuma, leche cortada, sesos y castañas tostadas, que junto al whisky es posible resaltar el sabor de los ingredientes.
La propuesta de Ricardo Martins:
Para un whisky de 12 años, el chef Ricardo Martins propone integrar erizo, dashi y ají limo como propuesta de aperitivo. En el caso el whisky sea de 21 años, queso azul, beterraga, arúgula y piñones despertarán el sabor en boca. Por otro lado, para un whisky de 15 años Martins lo complementó con pastrami wagyu, queso taleggio y vegetales en brasa. Para el cierre, un whisky de 18 años puede maridarse con cordero, gnocchis tostados, canela y jengibre; y para un whisky de 25 años, de cierre, queso de cabra, almendras, durazno y frutos rojos.
La propuesta de Diego Muñoz:
Diego Muñoz inicia el maridaje con un whisky de 15 años que se complementa con un plato fresco de tomates, ajo y albahaca; tras eso, pasa a un whisky de 12 años, con un golpe más profundo que marida con conchas selladas, manzana, vainilla, endivias y romero. Luego, se pasa a un whisky de 21 años (como el Chivas Ultis) que puede tener como 'matrimonio' a ingredientes del tipo de corvina, crema de coliflor y albaricoque, mandarina y jugo de pollo. Al cierre, un whisky de 18 años puede despertar sabores como las mollejas de ternera, hongos salteados, jugo de res y chocolate y; finalmente para un whisky de más años - como uno de 25 - insumos como chocolate, caramelo y naranja son buenas combinaciones.
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