Cuando uno nace, llega al mundo sin instrucciones de uso, por lo que es normal que los padres estén llenos de incertidumbres sobre el correcto cuidado de un bebé. Entre las dudas que resaltan, se encuentran las relacionadas al cuidado y limpieza de sus genitales, sobre todo en varones. Ante ello, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda una serie de cuidados relacionados al prepucio de niños recién nacidos, como la buena higiene y evitar la retracción forzada de la piel que cubre el glande del pene.
Consultado por Hogar&Familia, el médico pediatra Edgardo Cóndor detalló más sobre los cuidados que sugiere la OMS sobre el pene de un bebé. En esa línea, exhortó a los padres que prioricen la higiene en una zona tan delicada como los genitales. “Cada que orine el bebé, deben limpiar la zona con un paño humedecido en agua pura y limpia, luego cambiarle el pañal. Tienen que repetir esta acción cada vez que orine”, explicó.
En cuanto al prepucio del recién nacido, lamentó que se tenga la mala costumbre de retraer la piel que cubre el glande. “No es recomendable bajar el pellejito a la fuerza. Así los padres vean que el prepucio está largo o crean que sobra piel, no deben hacer nada al respecto. Sí algo malo estaría pasando con el pequeño, su médico se lo hará saber. Por algo se asiste a todos los controles del niño”, precisó.
“A veces, cuando se le cambia el pañal, por un acto propio del cuerpo el pene de los bebés se pone erecto fisiológicamente. Gracia a esto, se va remangando el prepucio naturalmente, es como si estuviera haciéndose el ejercicio para que se retraiga por sí solo”, continuó.
¿Qué hacer si el prepucio de mi hijo no se retrae?
El doctor Cóndor manifestó que, de darse el caso en que el prepucio del pequeño no se remangue, su médico tratante será el encargado de decidir qué acción tomar para no causar un traumatismo en el miembro del niño.
“Si el médico lo ve, lo examina y determina que está muy cerrado, que imposibilita el normal flujo urinario. Entonces, bajo anestesia, le hará un procedimiento para liberar esas adherencias que están muy cerradas en el glande, pero si no ve complicaciones, se deja así”, indicó.
De lo contrario, una mala práctica en el pene del menor puede provocar un desgarro en la piel y dejar una cicatriz, que con los años va encorvando el falo. “Esto va a provocar que, ya de grande, tenga una erección dolorosa u otras complicaciones”.
Asimismo, también puede desencadenar una infección debido a las laceraciones. “Una herida en esa zona, por diminuta que sea, se puede infectar porque la orina lleva microbios. Esto provocaría que tenga que atravesar un tratamiento de antibióticos”.
Cuidados en un pene no circuncidado
El especialista resaltó que es muy importante asistir a los controles médicos del pequeño, ya que será el encargado de notar cualquier anomalía en el cuerpo del menor. “Su pediatra no solo se preocupará por su talla o cómo está creciendo su cara, sino que es todo un esquema de para revisar al bebé”, dijo Cóndor.
Otros cuidados a tener en cuenta son:
- En los primeros años de vida, los padres deben lavar el pene del bebé con agua y jabón neutro.
- Recordar secar sus zonas intimas correctamente para evitar que el niño tenga infecciones por hongos.
- Cuando el prepucio ya se haya retraído por sí solo, es decir, que la piel suba y baje sin dificultades, el niño debe aprender a lavarse esa zona para eliminar las impurezas que se pueden acumular propias de las excreciones del cuerpo.
- A medida que el niño crece es recomendable enseñar a los niños a retraerse la piel cuando se bañan porque el agua y la humedad pueden ir deshaciendo las adherencias de la piel.
Cuidados en un pene circuncidado
El médico pediatra recomendó a los padres no realizarle la circuncisión a un bebé a menos que un especialista lo diagnostique. “Si está muy cerrada la zona del meato urinario e imposibilita el flujo normal de la orina, entonces va a recomendar la circuncisión. También puede dar este diagnóstico para evitar una posible fimosis, dificultaría su futura vida sexual”, argumentó Cóndor.
Otros cuidados a tener en cuenta son:
- Un pene circuncidado debe lavarse con un jabón suave durante el momento del baño. Tras la operación, puede que presente un ligero sangrado, además de molestias en el bebé, ya que el glande presentará una excesiva sensibilidad al estar expuesto.
- Darles especial atención a las suturas para no desencadenar una infección.
- Una vez que todo esté cicatrizado, el pene no requiere más cuidado que la higiene diaria habitual.
¿Qué es la fimosis?
La fimosis es una afección en la que el prepucio, que es el pliegue de piel que cubre la cabeza del pene, es demasiado estrecho y no se puede retraer completamente hacia atrás. La fimosis puede ser congénita, lo que significa que está presente desde el nacimiento, o adquirida, lo que significa que se desarrolla después del nacimiento.
En algunos casos, la fimosis no causa ningún problema y no requiere tratamiento. Sin embargo, en otros casos, puede causar problemas como dolor durante la erección, dificultad para orinar, infecciones del tracto urinario y acumulación de esmegma, que es una sustancia blanca y cremosa que se acumula debajo del prepucio.
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