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Feminicidio: casi 900 mujeres asesinadas en menos de 8 años - 2
Gladys Pereyra Colchado

La última vez que sus padres la vieron con vida, tomó su mochila cargada de telas y salió de su casa, en Villa María del Triunfo, hacia su curso de fines de semana en la Universidad de San Marcos. Un día después, debieron reconocer su cuerpo en la morgue.

El cadáver de la joven de 19 años fue hallado el último lunes entre las rocas del malecón Ribera Sur de San Bartolo. Estaba semidesnuda y el asesino había dejado en su muslo derecho una inscripción insultante hecha –aparentemente– con una hoja de afeitar. De su mochila, celular o documentos no había rastro.

“Algo la desvió, si no ha sido su enamorado entonces la han secuestrado, no sé qué más puede ser”, sostiene la madre Luz Gutiérrez. Sus sospechas y las de su esposo, Rafael Vidal, recaen sobre Moisés Ñahui Huarcaya, pareja de su hija quien ha negado las acusaciones. Fue él quien habló a la policía de un supuesto militar con el que, según dijo, ella lo engañaba. Desde la Dirección de Investigación Criminal de Lurín ya han citado a ambos sujetos, aunque la madre de Denisse Paola confirmó a El Comercio que Ñahui Huarcaya no asistió a la primera citación.

Lo que se ha determinado hasta el momento es que la joven no llegó a su clase de diseño de modas ni a su trabajo de medio tiempo en la tienda Mass.

“Para que se haya ensañado así debe haber sido un conocido o alguien que ha contratado, no es cosa de una sola persona”, dice el padre de la estudiante. Ambos solo piden justicia.

- Cifras que duelen -

Denisse Paola sería la última víctima visible del feminicidio en el país, un delito que ha cobrado la vida de 898 mujeres entre el 2009 y setiembre de este año, según el Observatorio de Criminalidad del Ministerio Público.

Las cifras que recoge la fiscalía revelan el trasfondo de estos casos: en el 79.2% de los asesinatos, el victimario fue pareja o ex pareja, mientras que el 10.8% se trataba de un familiar y el 5.5%, un conocido de la víctima.

Además, en los nueve primeros meses del año se han registrado 50 feminicidios en los que en casi la mitad de los casos (23) el crimen ocurrió dentro de la vivienda que víctima y asesino compartían.

Estos datos fueron proporcionados por los fiscales de familia, penales y mixtos de todo el país. Es decir, casos por los que se abrió un proceso. Sin embargo, si tomamos en cuenta los reportados en los Centros de Emergencia Mujer del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables las cifras se disparan: 85 feminicidios y 171 tentativas de feminicidio solamente hasta agosto.

¿Cuántos agresores ya han sido sancionados? Según el Poder Judicial, en el 2015 se dictaron 52 condenas por feminicidio y este año (solo en el primer semestre) 48. Este delito se sanciona con penas entre los 15 años de prisión y cadena perpetua cuando concurren dos o más agravantes.

De acuerdo al Registro Nacional de Condenas, de enero a julio de este año también se impusieron 1.482 sentencias condenatorias por violación sexual y 43 cadenas perpetuas para violadores de menores de 14 años. En el mismo periodo, se dictaron 914 condenas por violencia familiar.

Cabe recordar que el Poder Judicial creó en agosto la Comisión de Justicia de Género. A su vez, en el Ministerio Público se encuentran en proceso de implementar una Fiscalía Especializada en Feminicidio. Se espera que a fin de año se concrete.

- De las redes a las calles -

El 13 de agosto, hace poco más de dos meses, miles de personas salieron a las calles en la histórica marcha “Ni Una Menos. Tocan a una, tocan a todas”. El objetivo fue rechazar todo tipo de violencia de género y también exigir al sistema de justicia la atención adecuada y oportuna de las denuncias.

Pero, ¿cuánto realmente avanzamos desde la marcha? Para Nani Pease, psicóloga y docente de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP) y defensora de los derechos de la mujer, lo más destacable es que hoy existe una mayor sensibilidad hacia estos casos.

“La gente está más dispuesta a reaccionar abiertamente ante el tema. Si “Ni Una Menos” algo ha hecho es que la gente se sienta más empoderada a denunciar”, expresó a El Comercio.

Este movimiento, surgido en un grupo de Facebook que recogía testimonios de sobrevivientes, sobrepasó el ámbito virtual y ha permitido la apertura de espacios de ayuda. Según indicó Pease, en los últimos dos meses los cinco grupos de acompañamiento psicológico “Ni Una Menos” han recibido 90 consultas. En algunos casos se han realizado derivaciones a especialistas aliados al proyecto.

Además, se han creado otros de colectivos donde se canalizan iniciativas de empoderamiento femenino como la elaboración de una base de datos con mujeres profesionales para, por ejemplo, conocer quién puede dar asesorías legales gratuitas.

Sin embargo, también ha quedado en evidencia la carencia de una política estructural desde el Estado para erradicar la violencia de género. “Si una mujer tiene que entrar a una página para contar que ha sido abusada sexualmente o que su jefe la acosa es porque en realidad no hay un sistema de soporte en el país, un policía seguro al cual ir, una casa refugio. Las redes están supliendo el enorme vacío institucional que existe”, enfatizó.

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