Por encima del travesaño. En la avenida Diagonal, en Miraflores, los fanáticos lamentaron así el penal errado por el mediocampista Christian Cueva a poco de culminar el primer tiempo. (Foto: Jessica Vicente/ El Comercio)
Cómo lo vivió Lima

El estadio Mordovia Arena, en la ciudad rusa de Saransk, no fue el único lugar en el que se palpitó con el reestreno de la en una justa mundialista.

A más de 13 mil kilómetros de distancia, en Lima, centenares de hinchas se reunieron en el parque Kennedy de Miraflores, así como en la explanada sur del Estadio Nacional y la Plaza de Armas.

Jóvenes, madres, niños y adultos mayores arribaron una hora antes de que se iniciara la transmisión del encuentro en varias pantallas gigantes. No faltaron quienes, a trote, arribaron a los lugares con el partido ya iniciado.

Pese al clima otoñal, la temperatura y la tensión nunca se redujeron, ni siquiera luego del penal errado por Christian Cueva ni del gol del danés Yussuf Poulsen. Aunque el resultado del encuentro devino en algunas caras largas, los fanáticos garantizaron continuar alentando a la selección, esperando, la próxima vez, la obtención de una victoria.

- Datos -
Algunas calles de Miraflores y del Cercado de Lima debieron cerrarse para facilitar la circulación de los transeúntes.

En algunos puntos hubo un gran número de agentes policiales, así como ambulancias y hospitales móviles ante la posibilidad de eventuales inconvenientes.

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