El comercio ilícito crece cada día más en las fronteras de Bolivia, Perú y Chile, y no solo compite deslealmente con las industrias formales de estos países, sino que se relaciona directamente con el crimen organizado compartiendo rutas y prácticas delictivas con el tráfico de drogas, de oro, la trata de personas, y otras actividades ilegales, que funcionan bajo un esquema transnacional.
Con la finalidad de analizar este grave problema y proponer acciones desde el sector privado, la Sociedad Nacional de Industrias (SNI) junto a la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo (CNC) de Chile y la Cámara Nacional de Industria (CNI) de Bolivia, organizaron el seminario internacional “Comercio Ilícito y Crimen Organizado: Desafíos Regionales”.
El presidente de la SNI, Felipe James, señaló que, además de las implicancias económicas, el comercio ilícito representa un problema de seguridad nacional, que afecta la integridad de nuestros países, y anunció la constitución del Consejo de Gremios y Cámaras Sudamericanas de Lucha contra el Comercio Ilícito, como parte del acuerdo de los gremios participantes.
Comercio ilegal de cigarrillos y de ropa usada
En el seminario de hoy se presentó el estudio “Cadena de valor y riesgos para la seguridad en el contrabando de cigarrillos y ropa usada en el eje en Puno-Lima”, el cual fue expuesto por Rubén Vargas, consultor experto de la Comisión de Lucha contra el Comercio Ilícito de la SNI.
Este trabajo arroja una preocupante realidad: el contrabando de cigarrillos ilegales y ropa usada en Perú es solo la punta del iceberg de una compleja red de violencia y corrupción, manejada por organizaciones criminales nacionales y transnacionales. El informe señala que es indispensable un componente de política criminal y de seguridad que complemente la fiscalización administrativa al contrabando y se eleven las penas a este tráfico de productos ilegales y sean tratados como crimen organizado.
Al respecto, la presidenta de la Comisión de Lucha contra el Comercio Ilícito de la SNI, Claudia Linares, subrayó la necesidad de que la ropa usada, cuya importación está prohibida para su comercialización; y los cigarrillos ilegales, que no cuentan con advertencias sanitarias aprobadas por la legislación nacional, sean tratadas como mercancías ilícitas y no solamente como contrabando.
Un solo objetivo: frenar el comercio ilícito
La experta en Seguridad Internacional y Comercio Ilícito Transnacional de Athena Lab de Chile, Pilar Lizana, manifestó que no podemos hablar de grupos o bandas criminales que se organizan para un delito puntual y una venta o una transacción ilícita puntual, ya que se trata de organizaciones multinacionales criminales.
Otras destacadas exposiciones en el evento, que forma parte del III Encuentro de Gremios y Cámaras Sudamericanas – Lucha contra el Comercio Ilícito, fueron la del viceministro de MYPE e Industria del Ministerio de la Producción, César Quispe; el intendente nacional de Control Aduanero de la Sunat, José Ordoñez, quien habló de los retos que supone el comercio ilícito frente al Hub Logístico Industrial Chancay – Callao, y el jefe de la Dirección de la Policía Fiscal de Lima, general PNP Nilton Santos Villalta, quien habló de las rutas del contrabando en el Perú.
Asimismo, hubo un panel internacional donde participaron el presidente de la CNC de Chile, José Pakomio; el primer vicepresidente de la CNI de Bolivia, Gonzalo Morales; y la gerente de Comercio Exterior y Relaciones Internacionales de la SNI, Silvia Hooke.