Un accidente podría ocurrirte en cualquier momento, reflexiona Elías Fuentes, vocalista de la banda Trémolo. En la calle, en tu casa o aquí, en esta entrevista, continúa. Han pasado cerca de dos años desde que tomara conciencia de ello y estuviera internado por más de un mes en un hospital del interior del país recuperándose de la hemorragia interna que le causó un choque vehicular. El músico reconoce que irremediablemente su forma de ver la vida ha cambiado. No solo sabe que el peligro acecha, sino que se vale de eso para aprovechar cada instante.

El 13 de noviembre del 2011, él y su banda, una de las más populares de la escena nacional, se encontraban trabajando en un cuarto disco que, así, de un segundo a otro, quedó detenido por un tiempo indefinido. Un pinchazo en la llanta del auto que los trasladaba de Moquegua a Tacna tras un concierto hizo que el chofer perdiera el control y saliera disparado fuera de la carretera, dejándolo a él, particularmente, cerca al fin del juego.

Los médicos me decían: Olvídate de la música, ya fue. Con suerte y vas a poder volver a caminar y empezar una nueva vida. Yo ya me había resignado, pero el bicho de la música no me dejaba. Es lo que me gusta y con eso empecé a superar todos los traumas, afirma Fuentes al recordar que llegó a perder el habla en su proceso de recuperación.

En un momento llegué a pensar lo peor. El hospital no se lo deseo a nadie. Fueron cuatro operaciones, 8 días inconsciente, 12 días con una herida abierta, 18 días sin comer Es terrible todo lo que te ponen. Es difícil. Además, yo estuve amarrado en una camilla, porque pensaban que yo era rebelde y que me quería sacar todo. Eso sí fue lo peor, la autoestima se me fue al piso, explica Fuentes, quien destaca que no todo fue negativo durante el tiempo que estuvo enfermo: el músico descubrió una fuerza sanadora en la unión entre la gente de la escena musical, además del amor que le tenía la gente.

Los doctores me contaron que en los días que estuve internado y que necesitaba sangre afuera del hospital parecía un concierto, porque había una colaza. La cola era de metaleros, todos llenos de tatuajes, y de flacas con piercings que iban a donar. Claro que botaron como a la mitad (porque no estaban aptos para la donación), pero era recontra gracioso. También llamaba gente de Lima para ver si podían enviar sangre. La gente fue increíble conmigo.

El nuevo disco de Trémolo, ese que quedó interrumpido por la tragedia, saldrá a la luz, de no mediar inconvenientes, este año. Nuevas canciones, inspiradas algunas de ellas en este proceso de recuperación, se sumarían a la lista de tracks. Una de las primeras que han dado a conocer se llama Corazón de luchador y será parte de los temas que presentarán en vivo este jueves 31 de enero en el Centro Cultural La Noche de Barranco (Bolognesi 307).

Había gente que pensaba que la banda se había acabado conmigo en el hospital. Aquí estoy para probar que no fue así, culmina Fuentes.