José Silva

Gentil y muy seguro en sus respuestas. Así puede definirse a Juan Carlos Rey de Castro. El actor, reconocido por el público masivo gracias a su papel de Patrick Redhead en "Al fondo hay sitio", también se da un tiempo para el teatro, una pasión que disfruta y para la que se preparó varios años.

En la obra "Av.Larco, el musical", Juan Carlos interpreta a Andrés, un joven que tras terminar el colegio quiere dedicarse a la música, a pesar de la oposición de su enamorada, pero principalmente enfrentándose al rechazo de su papá, un riguroso militar interpretado por Javier Valdés.

Una historia anclada en la Lima de los noventa tiene como ingredientes principales la música, el amor, pero sin dejar de lado una delicada realidad de entonces: la del terrorismo.

-¿Qué género teatral te acomoda más como actor?
Creo que cada uno tiene su encanto. En el caso de los musicales, es bien retador porque tienes que llegar a un equilibro entre el canto, el baile y la actuación. Pero en el caso de las obras de texto, se precisa de un conflicto dramático que no encuentras casi en los musicales. En realidad, sería muy difícil decidirme por una. Prefiero hacer ambas cosas.

-“Av.Larco, el musical”  dura casi tres horas, es una exigencia casi maratónica…
Igual este estilo no es de los musicales de Broadway. Este es más naturalista, me gusta más. Menos show, más natural.

-¿Cómo fue tu preparación previa al estreno de la obra?
Todos tuvimos varios meses de ensayo por separado del canto, del baile y de la actuación. Y en las últimas semanas se ensambló todo. Pero sí, hemos tenido coach vocales individuales para poder prepararnos para este nivel de exigencia.

-Uno de los grandes temas en este musical es el terrorismo, pero en tu opinión, ¿cuál es el gran atractivo de la obra?
La obra no solo trata sobre el terrorismo. Es una parte, que tampoco se profundiza tanto porque es una comedia musical. No se puede tornar tan tensa. Pero sí se toca el tema porque era parte de la época. También hay muchas historias de amor, de desamor, de amistad, de lucha por los sueños, de prejuicios con respecto a la música, de los prejuicios que tiene un papá militar sobre los gustos de su hijo. Creo que el atractivo aquí es el rock peruano. Hay música que no ha pasado de moda y está muy inteligentemente armado con la historia para que no se sientan forzados los temas durante la obra.

-¿Qué edad tenías en la época que transcurre la obra?
En el año 1991, yo tenía cinco años.

-¿Te comentaron lo que pasó en el Perú entonces?
Claro que sí, tendríamos que vivir en burbujas para no saber lo que ocurrió.

-Sin embargo, hay muchos chicos a los que les muestras una foto de los terroristas y no saben quiénes son…
Más jóvenes, quizás. Yo tengo 29 años. Tal vez universitarios, gente del colegio, no sé. Pero creo que es importante que sepan lo que se vivió porque mucho de ello aún permanece en la realidad.

-¿Quién crees que falla y por ello ocasiona que los chicos no sepan lo que ocurrió? ¿Las autoridades, los maestros, los padres o los propios estudiantes?
Preferiría no opinar sobre quién está fallando pero sí es un trabajo en conjunto. Es un tema de la educación familiar, del colegio, del Estado, de todos.

-¿Dónde te formaste como actor?
Tomé varios talleres de teatro pero el que me impulsó como actor fue el de Roberto Ángeles.

-¿Esto era lo que imaginabas o quieres algo más?
Todas las obras en las que trabajé han sido bien distintas. Y en general, en teatro y en televisión, he tenido la suerte de hacer papeles distintos. Sería aburrido hacer siempre lo mismo. La cosa es que siempre sea algo muy retador.

-¿Te gustaría actuar afuera?
Claro que sí.

-¿Qué actor peruano no tan mayor admiras?
Paul Martin, con quien pude trabajar en mis dos primeras series en televisión, Fue mi referente de todas maneras.

-¿Qué aporta Giovanni Ciccia a la dirección de una obra?
Es una persona que transmite mucha calma, seguridad y te da libertad a propuesta. Lo sientes como un amigo y eso ayuda a que las cosas fluyan con facilidad.

-¿Te preocupa ver la sala del teatro llena de gente o no?
No, creo que no. Hasta ahora, en "Av. Larco, el musical" hemos tenido sala llena siempre.  Aunque de hecho que cuando siente los aplausos más fuertes hay una motivación extra. Pero la satisfacción viene por el lado de hacer bien el trabajo más que por cuánta gente viene a verte.

-¿Tuviste siempre apoyo de tus familiares cuando decidiste ser actor?
Sí, gracias a Dios mi familia siempre me apoyó en cualquier cosa que decidí hacer en mi vida. Y mis amigos también. Mi entorno cercano confió en que mis decisiones fueron acertadas y que siempre iba a entregar al máximo.

-Si la televisión te otorga fama, reconocimiento en la calle, ¿qué te da el teatro?
Para personas como yo, la fama no es la prioridad. Uno se dedica a esto por amor al arte, por el arte de poder interpretar un personaje que no eres tú mismo y tener capacidad de conmover. La fama es una consecuencia que a veces es positiva y otras veces negativa. El teatro te da una adrenalina totalmente diferente. Cuando actúas tienes retroalimentación directa con el público. Sabes lo que le gusta y lo que no. Además, aquí ninguna función es igual a la otra.

-Eres muy concreto en tus respuestas. ¿Te informas mucho sobre teatro?
Trato siempre de informarme al máximo cuando me meto en algo. El trabajo que se hizo acá también requirió mucho de eso, de investigación, de conversaciones con gente de la época, con músicos de entonces. En general creo que la información es poder.

-¿Se puede aprender también de los colegas de tu edad?
Uno puede aprender hasta de los niños. Ellos son los que menos tienen limitaciones para demostrar sus emociones.

-¿Qué obra peruana te marcó como espectador?
"Misterio" me gustó bastante, pero la que más me marcó fue "El día de la luna", mi primera obra dramática profesional. Me gustó también "Más allá del borde" de Alberick García.

-¿Trabajar en "Al fondo hay sitio" te da cierto respaldo económico para hacer otras cosas que te gustan?
El mundo de la actuación es muy de ciclos. Puedes tener trabajo dos años seguidos y luego se cansan de tu cara y te fregaste. Estamos en un mundo laboralmente inestable y el reto es siempre tratar de tener estabilidad. "Al fondo hay sitio" es una serie que está todo el año y estar ahí sin dudas te da algo de tranquilidad.

SOBRE LA OBRA
"Av. Larco, el musical" se presenta de miércoles a domingo en el teatro Marsano (Miraflores). Las entradas están a la venta en Teleticket de Wong y Metro.

Aquellos que asistan a las funciones podrán comprar un CD con las canciones que suenan durante la obra a solo S/.20.

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