Sarah Jessica Parker: la vida después de Carrie Bradshaw

ALBERTO SERVAT
Desde Nueva York

Las luces se apagan en la platea y se enciende el escenario. Una puerta se abre y aparece Sarah Jessica Parker. El aplauso es inmediato, inmenso, caluroso. No es lo habitual en un teatro como este. Como tampoco es habitual el público que acude noche tras noche a ver “The Commons of Pensacola”, una obra off Broadway que se presentará hasta este domingo en el teatro City Center de Nueva York. Hay mucha gente joven de ambos sexos entusiasmada por ver a una actriz con la que han compartido mucho en los últimos años. Porque para ellos, Sarah Jessica Parker y Carrie Bradshaw, la protagonista de “Sex and the City”, son la misma persona. Y pese a que Parker ha tratado muchas veces de desligarse de Bradshaw, esto no ha sido posible del todo. Es más, la actriz de 48 años vive muy cerca de la casa donde supuestamente vivía Carrie y cuya fachada es visitada por los turistas día tras día. En una reciente entrevista a “The New York Times”, Sarah Jessica cuenta que se ha topado con el tour de “Sex and the City” cientos de veces. “Ocasionalmente nuestros caminos se cruzan y les digo ‘hola’ y trato de ser cortés, pero usualmente sucede cuando estoy yendo a recoger a mis hijos al colegio y trato de no permanecer allí mucho tiempo”.

Sarah Jessica Parker no es la primera ni será la última actriz en ser identificada con el personaje que mayor fama le ha dado. Y trata de llevarlo con tranquilidad. Lo que pocos saben es que el teatro no le es ajeno. Parker es una veterana de las tablas. De niña apareció en Broadway reemplazando a la actriz principal en el montaje original del musical “Annie” (1979). También fue parte de “The Heidi Chronichles” (1989); “How to Succeed in Business Without Really Trying” (1995), junto a su marido Matthew Broderick; y, finalmente, en “Once Upon a Mattress” (1996). Su regreso a las tablas ha sido discreto. Poco publicitado, como corresponde a una actriz profesional entregada a una obra off Broadway.

UN ASUNTO DE MUJERES
Aunque Sarah Jessica es la principal razón del público para acudir a ver “The Commons of Pensacola”, la obra no le pertenece totalmente. Es más bien el resultado de un trabajo colectivo de un grupo de mujeres. Escrita por la actriz Amanda Peet, la obra es dirigida por Lynne Meadow y protagonizada por Sarah Jessica y Blythe Danner.

La sola idea del debut de Amanda Peet como dramaturga resultaba atractiva. Pero la actriz de “Syriana” y “2012” ha salido airosa del reto y aunque tuvo críticas mixtas, ninguna fue especialmente negativa. Peet enfoca su atención a una familia destruida por un escándalo reciente en Wall Street. El padre se encuentra en la cárcel por un asunto similar al Caso Madoff, un tema muy reciente y muy sensible para la sociedad norteamericana de hoy (“Blue Jasmine”, de Woody Allen, ofrece el mismo escenario). Solas, en su destierro, la madre y la hija enfrentan sus miedos, sus resentimientos y sus afectos en un duelo que resulta inolvidable para quienes las vean sobre el escenario.

Judith, la madre, es interpretada por Blythe Danner. Una actriz de una larga carrera en el cine, la televisión y el teatro, pero conocida principalmente por ser la madre de Gwyneth Paltrow. La hija, Becca, está a cargo de Sarah Jessica Parker.

CUESTIÓN DE CERCANÍA
Es curioso verla en escena. Conocemos las facciones, la imagen, la voz. La hemos visto en cada capítulo de la serie que la hizo famosa. Y  produce un efecto muy cercano. El público no le quita los ojos de encima, le presta atención en cada réplica, reímos con ella, la compadecemos también. De pronto, uno toma conciencia de que todos los que nos hemos reunido en esa sala de teatro –gente proveniente de muy distintos lugares– estamos allí por una sola razón. Porque compartimos la misma admiración y algo más por Sarah Jessica Parker.