La Taquería “El Califa de León”, un pequeño puesto de tacos en la Ciudad de México, ha hecho historia al ser galardonado con una estrella Michelin. Este reconocimiento, otorgado por la prestigiosa Guía Michelin, es uno de los más importantes en el mundo culinario y reconoce la excelencia en la gastronomía.
“El secreto es la sencillez de nuestro taco”, dijo el chef Arturo Rivera Martínez en conversación con Associated Press. “Solo tiene una tortilla, salsa roja o verde, y ya está. Eso, y la calidad de la carne”.
Rivera Martínez, quien lleva dos décadas trabajando en El Califa de León, recibió el pasado miércoles la famosa filipina blanca de chef mientras atendía a sus clientes.
El menú del puesto solo ofrece cuatro opciones de tacos: Gaonera (filete de res), costilla, bistec y chorizo. Además, el propio local hace sus propias tortillas.
“Puede que esta taquería no tenga mucho espacio, apenas para un pequeño grupo de comensales, pero su creación, el taco Gaonera, es excepcional”, señala la Guía Michelin en su página web.
“El filete de res, cortado en finas rodajas, se prepara al momento, sazonado solo con sal y un chorrito de limón”, agrega.
Una experiencia “elemental y pura”
Además, la Guía describe la experiencia de comer en El Califa de León como “elemental y pura”. Los inspectores quedaron impresionados por la calidad de los ingredientes, la preparación de los tacos y el sabor de los platillos.
Este reconocimiento es un gran honor para la taquería y para la gastronomía mexicana en general, demostrando cómo, a pesar de la sencillez, los restaurantes pueden ofrecer experiencias culinarias excepcionales.
Quién es el dueño de “El Califa de León”
El Califa de León fue fundado en 1968 por Juan Hernández González. Fue él quien le dijo a Mario Hernández Alonso, su hijo y actual dueño de la taquería, que el esfuerzo y el cariño son los principales factores que le dan un buen sabor a la carne.
“Decía mi padre ‘¿quieres que te diga el secreto de la carne? ¡No hay secreto!”, solo “cariño y esfuerzo”, declaró Alonso, de 66 años, en conversación con AFP.
Su padre también le pedía que siempre cuidara “la calidad de los productos, la atención a los clientes y los precios” porque “la vida es una rueda de la fortuna y hay ocasiones que estamos muy arriba y ocasiones en las que eramos muy abajo”.
Adentro del local, apenas caben tres o cuatro personas comiendo paradas, mientras el taquero cocina las carnes sobre la plancha y otra empleada prepara a mano las tortillas de maíz.
La estrella Michelin, otorgada recientemente al local, atrajo a decenas de periodistas y expertos en gastronomía, familiarizados con las recomendaciones de la guía.
Los tacos “están muy ricos, la carne y la tortilla, que son la base, están muy, pero muy buenos, muy merecida la estrella”, señaló Héctor Lancastre, de 19 años y estudiante de la carrera de Gastronomía.
Cabe agregar que, además de El Califa de León, otros dos restaurantes mexicanos fueron reconocidos por la Guía Michelin: Quintonil, con dos estrellas, y Rosetta, con una estrella.