
Con tantas tareas domésticas que hacer, es fácil olvidarse de lavar los calcetines, especialmente cuando se van acumulando los pares sueltos, pero según los científicos, retrasarse con esta parte de la lavandería puede tener consecuencias que van más allá del mal olor.
La microbióloga Dra. Primrose Freestone, de la Universidad de Leicester, explica que los pies son como una “pequeña selva tropical de bacterias y hongos”. Por suerte, la experta también reveló la mejor forma de mantener los calcetines limpios.
En declaraciones al Daily Mail, recomendó usar agua a al menos 60°C junto con un detergente que contenga enzimas.
Según explicó, “las enzimas desprenden las bacterias de las fibras del tejido del calcetín, y la alta temperatura mata las bacterias y hongos adaptados a vivir a la temperatura del pie humano”.

Si la lavadora no alcanza los 60°C, sugiere usar la plancha con vapor, que “ayuda a que el calor penetre profundamente en el calcetín y elimine cualquier bacteria, virus de verrugas plantares u hongo del pie de atleta”.
Aunque los pies estén la mayor parte del tiempo dentro del calzado, son una de las partes más sucias del cuerpo. Diversos estudios han demostrado que cada centímetro cuadrado de la piel del pie puede albergar entre 10 y 100 millones de microbios. Esto se debe a que los pies son zonas cálidas, oscuras y húmedas, condiciones ideales para el crecimiento de bacterias. Además, las glándulas sudoríparas entre los dedos mantienen ese ambiente perfecto para los microbios.
Como si todo lo anterior no fuera suficiente, los calcetines actúan como “esponjas microbianas”, recogiendo bacterias, hongos y esporas del suelo, el agua, el pelo de mascotas y el polvo general.
En un estudio, se encontró que los calcetines tenían el mayor número de bacterias y hongos entre todas las prendas, después de solo 12 horas de uso. Esos microbios luego encuentran un hogar ideal en nuestros pies y se multiplican rápidamente.

“Los pies pueden albergar hasta 1.000 especies distintas de bacterias y hongos”, afirmó la Dra. Freestone. “Algunas se alimentan del sudor que producen tus pies, y sus desechos malolientes son lo que causa el mal olor en los pies, calcetines y zapatos.”
Entre estas bacterias hay desde las inofensivas hasta otras más peligrosas como Staphylococcus, Candida, Histoplasma, Cryptococcus y Aspergillus, que puede causar problemas respiratorios serios como la aspergilosis.
Una vez que las bacterias crecen en los calcetines, no se quedan ahí. Estudios en hospitales demostraron que los calcetines tipo pantufla pueden llevar microbios del suelo hasta las camas de los pacientes, incluidos algunos resistentes a los antibióticos, pero el mayor riesgo son las infecciones cutáneas comunes.
“Puedes contagiar infecciones como verrugas plantares, causadas por el virus del papiloma humano, que son altamente contagiosas”, explicó la microbióloga. “El hongo del pie de atleta también vive en los calcetines y puede propagarse si no se lavan bien.”

Además de cambiar los calcetines todos los días, la Dra. Freestone insiste en la importancia de lavarlos correctamente. La mayoría de las personas lava a temperaturas de entre 30 y 40°C, pero eso es insuficiente para eliminar todos los microbios.
“Lavar los calcetines con detergente ayuda, pero he hecho investigaciones en laboratorio que demuestran que algunas bacterias que ahí si el lavado no es lo bastante caliente”, señaló.
Para asegurar que no queden patógenos, aconseja un lavado caliente y pasarles la plancha. “Mis propios calcetines reciben un lavado caliente con detergente antibacteriano y luego los plancho en caliente... así que están impecables, ¡igual que mis pies!“, concluye la experta.
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