Son asuntos de inters pblico un video donde se ve a civiles iraques acribillados por soldados estadounidenses desde un helicptero, o las imgenes de un ataque areo que mat por error a decenas de civiles en Afganistn? Lo son los cerca de 250.000 cables diplomticos de Estados Unidos y 500.000 informes del Pentgono clasificados como secreto de Estado o los legajos de los presos de Guantnamo, muchos de ellos injustamente detenidos?
Le interesa a la poblacin mundial saber si sus comunicaciones por Internet pueden estar siendo violadas por los servicios secretos de una potencia?
Toda esa catarata de informaciones, clasificadas como secretas, fueron extradas de manera subrepticia por dos estadounidenses que ahora son perseguidos por la justicia de su pas: Bradley Manning (ya sentenciado) y Edward Snowden (asilado temporalmente en Rusia).
Manning lo hizo desde Iraq, pas al que fue destacado en octubre del 2009.
Su labor consista en hacer anlisis de inteligencia basado en operaciones Hammer, en Bagdad. Ello le dio acceso a las redes militares SIPRNet (Protocolo Secreto de Redes de Enrutado de Internet) y JWICS (Unin Mundial de Sistemas de Comunicaciones de Inteligencia).
Unos meses despus, en febrero del 2010, empez a entregar informacin al portal de filtraciones Wikileaks.
Una de las primeras revelaciones de Wikileaks fue el video que desmenta la versin oficial de EE.UU. sobre un suceso ocurrido en julio del 2007. En l se ve cmo desde un helicptero estadounidense se ametralla y mata a once civiles desarmados, entre ellos a un fotgrafo de la agencia de noticias Reuters.
Luego de ser detenido, Manning fue acusado de traicin por ayudar al enemigo. El gobierno pidi para l cadena perpetua. Finalmente, esta semana fue condenado a 35 aos de prisin.
La condena ha causado preocupacin entre quienes defienden las libertades civiles y la libertad de prensa, pues podra tomarse como una advertencia sobre lo que les podra pasar a aquellos que en el futuro decidan filtrar informacin secreta a los medios, as esta sea de inters pblico.
Tras conocerse la condena, la Unin de Libertades Civiles de EE.UU. (ACLU) public un comunicado donde seala que algo va verdaderamente mal en el sistema de justicia de ese pas.
Cuando un soldado que comparti informacin con la prensa y el pblico es castigado mucho ms duramente que otros que torturaron a prisioneros y mataron a civiles, hay algo que est verdaderamente mal en nuestro sistema de justicia, seal.
La condena desproporcionada a Bradley Manning representa un nuevo golpe para los informantes y subraya su vulnerabilidad. El ejrcito estadounidense les enva un mensaje claro, tambin dirigido a los periodistas que se arriesguen a publicar la informacin que estos les proporcionen: Estados Unidos reprimir duramente toda revelacin de informacin de inters general concerniente a sus prerrogativas de seguridad nacional, advierte la ONG Reporteros sin Fronteras (RSF).
Se trata de un ataque directo al buen funcionamiento de la democracia estadounidense, en el que la prensa debera poder denunciar libremente las disfunciones. La amenaza de tales sanciones podra afectar la capacidad de llevar a cabo esta labor fundamental de contrapoder, agrega RSF en un comunicado.
En el mismo sentido se pronunci el Comit para la Proteccin de los Periodistas (CPJ), con sede en Nueva York. El procesamiento de Manning, combinado con la intensa persecucin a los informantes por parte del Gobierno de [Barack] Obama, envan un mensaje inhibidor a los periodistas y a sus fuentes, se lamenta.
SNOWDEN Y THE GUARDIAN El de Manning no es el nico caso. En junio, el ex analista de la CIA Edward Snowden filtr documentos secretos al diario britnico The Guardian y al estadounidense The Washington Post.
En ellos puso al descubierto dos programas de espionaje masivo de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) de EE.UU. El primero es sobre escuchas telefnicas con la colaboracin de las compaas de telecomunicaciones ms grandes del pas. Mientras que el segundo es el denominado Prism, que se enfocaba en interceptar mensajes e imgenes que se intercambian a travs de Internet, igualmente con la colaboracin de las ms importantes empresas tecnolgicas de ese pas.
Snowden tambin est en la mira de las autoridades de su pas, que lo quieren juzgar por las filtraciones. Y The Guardian es hostigado por el servicio secreto britnico, que incluso le oblig a que destruyera los discos duros donde almacenaba la informacin entregada por Snowden.
Pero el amedrentamiento no queda ah. El periodista de The Guardian que trabaj los reportajes, Glen Greenwald, tambin est en la mira. El domingo, su pareja, el brasileo David Miranda, fue detenido durante 9 horas en el aeropuerto de Londres en aplicacin de una ley antiterrorista.
A Miranda le quitaron todos sus artculos electrnicos, como su computadora personal, memorias USB, un reloj inteligente, DVD y videojuegos. El brasileo viajaba de Berln a Ro de Janeiro, con escala en Londres, luego de reunirse con otro contacto de Snowden, la documentalista estadounidense Laura Poitras.
Para Reporteros sin Fronteras, la detencin y el interrogatorio al que fue sometido Miranda es un mensaje de intimidacin dirigido a los periodistas que trabajan sobre las prcticas de vigilancia de los servicios britnicos y estadounidenses.
Estamos muy preocupados por esta deriva inaceptable de las obligaciones de Londres en materia de libertad de informacin y de proteccin de las fuentes Con este acto brbaro, las autoridades britnicas no hacen sino subrayar hasta qu punto las revelaciones de Snowden y Greenwald son legtimas y necesarias, agrega Reporteros sin Fronteras.
Para la organizacin de defensa de los periodistas que tiene su sede en Pars, en los casos de Manning y Snowden el gobierno de Obama ha emprendido una cacera de indita contra los informantes, sin considerar el inters pblico de sus revelaciones. Es el futuro de la investigacin periodstica lo que est en juego, pues se corre el riesgo de que se agoten sus fuentes, sentencia.