El arzobispo de Caracas, cardenal Jorge Urosa, pidió que se ponga un freno a la persecución a los empleados públicos venezolanos sobre los que recae la sospecha de haber votado por Henrique Capriles en las últimas elecciones.
En declaraciones brindadas a una radio venezolana, Urosa indico que no es posible que un funcionario público sea perseguido simplemente por tener una opinión política diversa a la del partido de gobierno y agregó que eso debe cesar inmediatamente.
Según información publicada por El Nacional, antes de las elecciones se hizo una revisión a los teléfonos móviles de los empleados del Servicio Nacional Integrado de Administración Aduanera y Tributaria (SENIAT) en las localidades de Valencia y La Guaira, procediéndose a despedir a los que mostraron simpatías en sus comunicaciones hacia el candidato opositor Henrique Capriles.
Las denuncias periodísticas incluyeron también supuestos acosos en la estatal Petróleos de Venezuela.