En la vida salvaje sería uno de los depredadores más temibles de su hábitat, pero él se siente parte de los Anderson, la familia de Casey, su cuidador.

Se llama Brutus y ha pasado toda su vida rodeado de humanos desde que se salvó de ser sacrificado en un parque natural, como parte de una medida para poner fin a la sobrepoblación de osos.

Ello sucedió hace siete años y desde entonces Casey Anderson ha estado a cargo del cuidado de Brutus. Incluso creó un pequeño santuario en el estado de Montana (Estados Unidos), donde Brutus pudo crecer sin sentirse en cautiverio junto a otros osos, de quienes se diferencia por su docilidad con los seres humanos.

Es por ello que en más de una ocasión el oso ha compartido la mesa con su familia humana.

Pero la relación entre cuidador y bestia fue tan estrecha que Casey no tuvo mejor idea que hacer de Brutus el padrino de su boda con la actriz Missy Pyle. Es que gracias al oso pudo conocer a la mujer de su vida: conoció a Missy en una película para televisión en la que el oso participó.

Y la original decisión deja de sonar tan extraordinaria tras leer la explicación natural de Casey: Yo sé que ha salvado la vida de Brutus, pero el salvó la mía, explica. El me dio una razón de ser y la inspiración para querer marcar la diferencia en el mundo, agrega conmovido.

Él es inteligente y emocional, su personalidad es muy gentil, afirma Casey y pone un ejemplo para los que no siguen seguros de ello: Entiende exactamente cómo me siento; cuando estoy triste, el se acerca amablemente al lugar donde estoy, finaliza.

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