“Espero que Trump termine siendo separado de la presidencia”
“Espero que Trump termine siendo separado de la presidencia”
Rodrigo Cruz

Enrique Krauze es uno de los intelectuales más reputados de México. Historiador y ensayista. Considerado el heredero del premio Nobel de Literatura Octavio Paz y un referente del pensamiento liberal en América Latina. Su nombre, indudablemente, está relacionado a la academia y la cultura. Es, además, director de la Editorial Clío y de la reconocida revista “Letras libres”. 

Sin embargo, el motivo de esta entrevista no es para hablar de su trayectoria o de los libros que ha publicado, sino para tratar un tema más urgente: este viernes Donald Trump se convertirá en el nuevo presidente de Estados Unidos y con ello la incertidumbre mundial –especialmente mexicana– de si cumplirá las promesas populistas que lo llevaron a la Casa Blanca. Por ejemplo, su famoso muro en la frontera. 

— El canciller mexicano, Luis Videgaray, ha dicho que no pagarán por el muro fronterizo. Pero a la vez anunció que buscará dialogar con el gobierno de Trump. ¿Coincide con él? 
Yo creo que hay que sentarse a la mesa y abrir negociaciones sobre el Tratado de Libre Comercio que tenemos con Estados Unidos. Es algo que creo que tiene algún sentido. Es un tratado que se hizo hace 20 años, cuando el mundo era distinto a lo que es ahora. Pero eso sí, tiene que haber al mismo tiempo ciertas precondiciones. Por ejemplo, en el clima de la negociación es imprescindible que se deje claro que México no pagará, nunca pagará, por un muro en ninguna circunstancia ni bajo ninguna forma. Eso es lo que yo creo que hay que hacer. Podemos hablar sobre las cláusulas del contrato, tratar de mejorarlo, incluir aspectos como el tema energético o de las comunicaciones, que no estaban previstos porque no existían. Esos temas pueden discutirse. Pero en cuanto al muro debemos ser claros. 

—¿Pero se puede conversar con alguien como Trump?
Esa es una pregunta que se hace todo el planeta. Él va a ser el presidente de Estados Unidos, así que hay que sentarse con él a la mesa. Pero hay que hacerlo con ciertos presupuestos. Si el primer punto del señor Trump es que México tendrá que pagar por el muro, entonces me levanto de la negociación. Ahora, yo tengo la opinión de que Trump es un enfermo mental. Un psicótico absoluto. Un paranoico, megalómano y narcisista. Por supuesto que con personas así a uno le cuesta trabajo sentarse a la mesa, ya no, digamos, para hablar de diplomacia, sino para tomar un café. Pero ocurre que para México y para el mundo él será presidente. Pues habrá que sentarse con sus parientes o con su equipo a sondear la posibilidad de tener un diálogo racional. No tiene sentido no sentarse. Hay que hacerlo aunque sea para pararse a los tres minutos. 

— ¿Qué le parece que se haya nombrado canciller a quien gestionó la visita de Trump a México?
Yo fui un crítico feroz de la invitación a Trump a México. Y creo que fue un error histórico. Yo creo que el Gobierno de México le hizo un favor a Trump y no sabemos hasta qué punto incidió positivamente en su triunfo. Fue lamentable y terrible lo que pasó. Ahora bien, es un hecho que Videgaray entabló relaciones con la familia real. Me refiero a la familia de Trump porque él se comporta como un monarca nepotista. Habrá que darle el beneficio de la duda y esperar que esa cercanía pueda contribuir a que esas conversaciones amortigüen el efecto de la política de Trump en México. 

— ¿Entonces fue un acierto este nombramiento?   
Hubiera preferido, dados los antecedentes, a un diplomático de carrera. Digamos, de la vieja escuela. Pero generacionalmente debo decir que en México hay pocos. Llevamos unos 15 años de desmantelamiento del servicio diplomático mexicano. Y eso hay que achacárselos a los gobiernos del PAN (Partido Acción Nacional).

— ¿Considera que México está solo contra Trump? ¿Ve falta de solidaridad de los países latinoamericanos?
Cada país de Latinoamérica está inmerso en sus propios problemas. En este caso, la solidaridad que debería buscar México particularmente es la canadiense, porque es el otro socio afectado. Aunque yo sí extrañaría que la diplomacia mexicana volteara hacia el sur. Estoy seguro de que gobiernos como los de Colombia, Perú, Chile y Argentina –dejemos a un lado a Cuba y Venezuela– tendrían una actitud de simpatía. Sería bueno que hubiese un frente latinoamericano ante Trump. 

— ¿Un pronunciamiento de los presidentes de los países que menciona, tal vez?
Para eso la propia cancillería mexicana debe tener una actitud de gran fortaleza. Sería excelente. ¿Si no es ahora, cuándo? Pero México tampoco puede presumir de haber sido muy solidario. Creo, por ejemplo, que la actitud mexicana frente a la enorme y terrible tragedia que hay en Venezuela ha sido de un silencio vergonzoso. 

— ¿Por qué esa fijación de Trump hacia México?
Porque para él, México es el chivo expiatorio. Le funcionó en la campaña. Además, porque Trump es un racista y porque apeló justamente a ese subsuelo racista de Estados Unidos, que es la parte más espantosa. Ese racismo siempre ha sido un sustrato de esa cultura. Por eso inventó que los mexicanos son criminales, violadores, y que por eso había que construir un muro. A las pulsiones racistas y xenófobas les dio el mensaje que querían.

— ¿Qué espera de estos cuatro años de la era Trump que empieza el viernes?
Espero que el señor Trump, debido a los errores y a que se ha abierto tantos frentes, va a precipitar una crisis de tal envergadura que, aunados a sus conflictos de intereses y ante la confusión de sus negocios y el poder, termine por ser separado de la presidencia de Estados Unidos mucho antes de que terminen estos cuatro años. 

— ¿Por qué la seguridad?
Serán por sus decisiones precipitadas, por los conflictos de intereses que tiene. Además, están el tema de Rusia y sus negocios. Trump tiene demasiados frentes abiertos. Así que lo que creo es que más temprano que tarde esto va a terminar haciendo crisis y que va a ser objeto de un ‘impeachment’. 

— ¿Cómo los países, que no comparten ideas proteccionistas, pueden enfrentar estas nuevas corrientes como Trump o el ‘brexit’ en el Reino Unido?
Lo único que yo sé es que tenemos que luchar y permanecer muy fuertes quienes creemos en la libertad y en los mejores valores de la democracia. El señor Trump y los del ‘brexit’, a un plazo quizá no inmediato pero sí a un mediano plazo, van a precipitar a sus sociedades a crisis económicas de toda índole. Y los electores empezarán a abrir los ojos y se darán cuenta de los errores que cometieron. Mientras tanto estamos en una noche en la que debemos estar muy alertas. Pero de que va a venir un amanecer va a venir. Porque, como en el caso de Trump, uno no puede abrirse tantos frentes al mismo tiempo y creer que se saldrá con la suya.

Contenido sugerido

Contenido GEC