La guerra actual se recordará, entre otras cosas, por sus trincheras. Las alemanas y las francesas se parecen mucho. Cubren áreas muy grandes y tienen parapetos de acero y concreto. Luego viene un laberinto subterráneo de cuevas muy profundas que tienen una extensión que oscila entre una y tres millas de fondo. Antes de la trinchera hay un enjambre inmenso de alambradas sembradas de minas. Dentro de los pasadizos subterráneos hay de todo: áreas para atender a los heridos, habitáculos para los soldados, salas de mapas y conferencias, etc.
H.L.M.