Este derivado del verbo buscar, formalmente diminutivo y más concretamente despectivo, designa todavía en nuestra lengua coloquial y popular a la persona, generalmente de sexo masculino, que no tiene dinero para pagar sus gastos en un lugar público o, si lo tiene, trata de evitar dicho gasto. Es curioso que el oficial Diccionario de americanismos (2010) registre como uso peruano el sustantivo de género común busquilla.