(Foto: Archivo)
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Lourdes Fernández Calvo

1. A ciegas Después de que su primer matrimonio terminó en el 2001, Eduardo dice que empezó a tener una vida desordenada. “Tomaba mucho y empecé a salir con varias chicas”, cuenta. En el 2005, unos amigos que estaban haciendo una campaña de despistaje por el VIH en Tumbes le pidieron que los apoyara. Aceptó, se hizo la prueba y salió positivo. “Desde ese preciso momento cambié, soy otro”, añade. Según los cálculos del Ministerio de Salud (Minsa), en el Perú hay unas 20 mil personas que son VIH positivo y no lo saben. “Estimamos que hay 72 mil personas que viven con el VIH y tenemos alrededor de 50 mil en tratamiento. Hay una brecha de 20 mil a las cuales tenemos que identificar”, precisa Patricia Segura, jefa de la Dirección de VIH-Sida, Enfermedades de Transmisión Sexual y Hepatitis del Minsa. Las cifras de la entidad revelan que, en el primer trimestre de este año, se han diagnosticado 863 nuevos casos de VIH en los hospitales del sector. El mayor número de pacientes están en Lima, Callao y Loreto.

2. Pacientes sin SIS La hija de Eduardo toma antirretrovirales (fármacos que detienen la multiplicación del virus) desde que nació y lo hará por el resto de su vida. Ahora, a sus 14 años, asume ser VIH positivo, tal como lo hacen sus papás: sin miedo. Cuando Eduardo fue diagnosticado con VIH trabajaba como agente de seguridad en Tumbes, y fue ahí que conoció a su esposa quien también era portadora del VIH. Sin embargo, en el 2007 fue despedido y decidió ir a Lima con su familia a empezar de cero. Desde entonces, venden gaseosas, dulces y golosinas en las calles. “Lo peor fue que perdimos el seguro de Essalud y buscamos afiliarnos al Seguro Integral de Salud (SIS), pero no nos calificaron como personas de escasos recursos”, recuerda Eduardo, quien apenas gana un poco más de S/500 cada mes. Gracias al apoyo de la ONG Givar, el Minsa les otorgó el SIS a los tres recién hace un año. En el 2017, la Defensoría del Pueblo emitió un informe en que solicita al sector Salud que catalogue a los pacientes con VIH como población vulnerable para que accedan de manera directa al SIS; a fin de que no solo cuenten con un tratamiento antirretroviral permanente y gratuito, sino que también accedan a otros servicios hospitalarios por la condición de su enfermedad. Sin la atención debida, un portador del virus puede desarrollar el síndrome de inmuno deficiencia adquirida o sida, que es el conjunto de manifestaciones clínicas que afectan el sistema inmunológico hasta provocar la muerte. Según el comisionado de la Adjuntía de Administración Estatal, Carlos Arévalo, la Ley de Aseguramiento Universal no califica a los pacientes con VIH como población vulnerable, ya que no existe una disposición de rango legal o de un decreto supremo que así lo disponga. “No puede ser que tengan que pasar por la evaluación socioeconómica para acceder al SIS. Se está impidiendo el derecho a la salud”, asegura. Para Patricia Segura, el dar acceso directo al SIS a estos pacientes es uno de los objetivos del sector que aún están en proceso de concretarse. El área legal del Minsa evalúa el reglamento del Decreto Legislativo 1346 (publicado en enero del 2017), que establece disposiciones para mejorar los servicios del SIS y en el que se calificaría a los pacientes con VIH como población vulnerable. “La solicitud formal de esta dirección es que el acceso al SIS de pacientes con VIH sea de manera automática”, afirma.

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