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Piura

Con el dinero que ahorró durante un año de trabajo –S/400 –, Jefferson, de 11 años, se compró una cama en el mercado de Tambogrande. En esa amplia tarima duerme junto a su hermano de 13 años. Son cinco hermanos; él es el menor, pero no por eso el más débil, advierte mientras cuenta su historia. Una historia común en el colegio 14145 Fe y Alegría de Tejedores, en el distrito piurano de Tambogrande.

La historia de Jefferson se parece a la de Fabrizio, de su misma edad; o a la de Luz María, de 14 años. Todos estudiantes de primaria que alguna vez dejaron la escuela para dedicarse, por necesidad, a trabajar para mantener a su familia. En la chacra, cultivando maracuyá o mango, cosechando arroz en Ecuador o Tumbes; o en los socavones de minería ilegal de Suyo y Las Lomas, en Piura.

Al principio no entendían por qué debían estudiar, pues como dicen algunos “acá no ganó plata, trabajando sí”. Pero hace ocho años apareció la mujer que –con consejos, buen trato y de manera lúdica– les hizo entender que el estudio también es un trabajo, cuya rentabilidad es a largo plazo.

-La hermana Marleny-

Marleny Bardales Raymundo es piurana y desde hace 14 años trabaja para la red educativa Fe y Alegría. Hace 10 años es directora de 35 escuelas rurales de Fe y Alegría ubicadas en 21 zonas del distrito de Tambogrande, donde antes la mitad de los alumnos estudiaba y trabajaba y, gran parte, abandonaba la escuela para laborar.

El distrito de Tambogrande es la jurisdicción piurana con mayor tasa de niños trabajadores (31%), cifra superior al promedio nacional (26.1%), según el último estudio efectuado por el Ministerio de Trabajo. Los niños se dedican, principalmente, a la agricultura.

Hace 14 años, Bardales decidió cambiar esta realidad con educación, mediante charlas de sensibilización a los padres de familia, y talleres psicológicos, de habilidades sociales y productivas a los escolares. “Nos dimos cuenta que muchos niños abandonaban la escuela para irse a trabajar, y decidimos cambiar ese panorama”, dijo a El Comercio.

Apoyada por los proyectos educativos de la Fundación Telefónica, en las escuelas de Fe y Alegría Bardales potenció su labor. “Se realizó un trabajo minucioso en conjunto con la Fundación Telefónica de acompañamiento a los niños y a las familias. Se efectuaban visitas a las familias para comprobar que los niños asistían a las escuelas y habían dejado el trabajo infantil”, dijo.

Además, desde este año la Fundación Telefónica desarrolla en sus colegios de Tambogrande el programa “Educación Digital”, que incorpora formación y acompañamiento permanente a docentes, dotación tecnológica a escuelas y uso de plataforma de contenidos educativos digitales. Esta iniciativa educativa es una las más grandes del mundo y tiene como eje proveer el acceso a una educación universal y de calidad para niños y niñas de Latinoamérica, Asia y África, mediante el uso de herramientas y contenidos digitales para enriquecer su aprendizaje y promover la igualdad de oportunidades.

“La plataforma virtual ayuda mucho, tanto a docentes y alumnos. Brinda una gran variedad de material didáctico que mejora la comprensión lectora, la resolución de problemas matemáticos, etc.”, señala la directora.

Cabe destacar que, por su labor educativa para luchar contra el trabajo infantil, Bardales ha sido premiada en tres oportunidades consecutivas por la Dirección Regional de Educación de Piura.

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