El embajador del Perú en Washington, Harold Forsyth, afirmó esta mañana que la alerta emitida desde la oficina de la embajadora Rose M. Likins en Lima, para que los turistas estadounidenses eviten trasladarse al Cusco ante posible secuestros, “no es una alerta máxima y tampoco está en la página web de los viajeros norteamericanos”.

Sostuvo que la alerta de la embajada de EE.UU. en Lima es “un salvaguarda ante cualquier emergencia” y recordó que en otros países se han presentado incidentes contra turistas estadounidenses.

“Eso no quiere decir que haya una situación de peligro real de acuerdo a nuestro propia percepción, como lo han señalado el primer ministro, el titular de Comercio Exterior y Turismo y el presidente regional del Cusco. Quiero sumarme a un mensaje de calma, porque el suelo está parejo y no se registrará una caída en el turismo”, manifestó.

En diálogo con Radio Programas, minimizó la alerta emitida desde la embajada estadounidense e indicó que “esto es una cosa normal”. Forsyth le solicitó a Likins compartir con las autoridades peruanas la información en la que basa su alerta.

“Hay una hipersensibilidad. El detonante pudieron haber sido llamadas o mensajes anónimos en lo que se hacen amenazas (…) Lo que han hecho las autoridades norteamericanas es tomar una medida de salvaguarda, hipersensible y extrema, pero eso no quiere decir que haya una situación de riesgo. Estoy seguro que el tema se va a desinflar y caer por su propio peso”, añadió.

Aunque reconoció que será “muy difícil” que Estados Unidos se rectifique. “Lo que debe ocurrir es que esa afirmación se levante”, dijo. Finalmente, Forsyth opinó que la alerta de la embajada no tiene “mala intención” y estimó que en las próximas horas habrá una solución.