Es algo que nunca se ha escuchado en el Congreso, pese a que tenemos treinta y seis representantes, el mayor nmero en todo el pas. No los vemos en problemas cruciales de Lima, como el de los peajes en Puente Piedra, ni en estos das en San Juan de Lurigancho, por el desborde del ro Huaycoloro y menos en Chosica y Chaclacayo, dos distritos castigados por las inclemencias de la naturaleza. Pero si tuvieran pronta e inmediata presencia, se estorbaran unos a otros. Ms que resolver, crearan problemas.
Por un lado, en estos temas se demanda la presencia de los alcaldes o ministros. A los parlamentarios, no. Es ms, un parlamentario que quisiera cumplir su funcin de representacin no sabra por dnde empezar. Por Ancn, Villa El Salvador, Brea, Miraflores u otro de los cuarenta y dos distritos y, a lo ms, haran visitas fugaces. Por eso nuestros parlamentarios limeos discuten sobre los llamados problemas nacionales (Lava Jato, censura presidencial) y no los que aquejan a los habitantes de la capital.
Esto sucede cuando muchos (36 parlamentarios) representan a otros muchos (poco menos de siete millones de electores). Segn la ltima eleccin, se tiene un parlamentario limeo por cada 191 mil electores, ndice de relacin extremadamente alto. Se podra dividir Lima en agrupamiento de distritos, teniendo una docena de ellos con unos tres parlamentarios, a travs de los cuales se puedan canalizar los intereses y demandas de sus representados.
Sin embargo, la alta relacin se mantendra. Para que esto mejore, se requiere aumentar el nmero de parlamentarios que as podran representar a menos electores. En este escenario difcilmente un parlamentario escapar de su funcin y la semana de representacin no ser, para los limeos, un tiempo informal de vacaciones o paseos por otras circunscripciones que no les corresponden.
Los parlamentos crecen cada cierto tiempo en la medida en que sus poblaciones lo hacen, de lo contrario se convierten en subrepresentativos, como el nuestro. Si a inicios de los noventa un diputado representaba a 55.629 electores, en la actualidad un congresista representa a 176.923 electores. Tres veces ms. Por donde se lo mire, un Congreso de 130 parlamentarios no tiene relacin con una poblacin de cerca de 32 millones y un electorado de 23 millones. Crecer para mejorar la representacin es una necesidad ineludible.
Si mejorar la representacin por el lado poblacional resulta importante, es igualmente fundamental hacer lo propio con la representacin territorial. As, con independencia de la poblacin y tamao geogrfico, debemos tener parlamentarios, dos o tres por cada circunscripcin. Esto podra ser el origen del Senado, como el anterior con una Cmara de Diputados. En pocas palabras encaminarnos al bicameralismo. Se puede conseguir un buen edificio institucional, pero por s mismo no puede garantizar la calidad del Congreso. Lo importante es quines lo habitan. Esa es tarea de los electores. Nadie puede suplirlos, pero tampoco estos pueden eludir su responsabilidad.
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