Una familia ha quedado presa en su propia vivienda de Chorrillos. Las obras que realizó el municipio de ese distrito en la urbanización La Campiña, al parecer sin verificar la ubicación de las viviendas, dejaron desde el viernes una vereda de 68 centímetros de alto en el frontis del domicilio de la familia Mifflin Páez.

Según indicó doña Magdalena Mifflin, una de las propietarias del inmueble, cuando reclamó a la comuna de Chorrillos le dijeron que ese no era un tema municipal sino que su misma familia debía resolverlo.

“Solo he pedido que nos hagan una rampa para poder salir, pero hasta ahora no hemos recibido respuesta. Los vehículos están dentro también han quedado sin moverse desde hace cuatro días. Estamos prácticamente secuestradas”.

“Tuve que rogarle a uno de los obreros que estaba haciendo la pista y por eso me hicieron una escalerita al costado por donde apenas puedo salir, pero no tenemos de dónde agarrarnos. Tengo una tía de 97 años que no puede subir por ahí”.

Miguel Chuqui, vocero de la Municipalidad de Chorrillos, indicó que los trabajos de esa comuna no se hicieron con prepotencia sino en coordinación con la propietaria del inmueble y su inquilina. “Cuando hay este tipo de problemas, se deja el espacio hasta que los vecinos solucionen su tema desde la vereda hacia el interior. De la vereda a la calle corresponde a la municipalidad”, dijo a ATV.

“El nivel de vereda es mucho más alto que el nivel del terreno de la señora. Se coordinó con la propietaria y señaló que junto con sus vecinos iba a hacer la rampa interior”, acotó. En respuesta, doña Magdalena desmintió al portavoz e indicó que ninguno de sus parientes se comprometió a realizar las obras.

Finalmente, Chuqui afirmó que transmitirá las quejas de la familia afectada al área de obras de Chorrillos para que todo se corrija. Vamos a buscarle la solución más adecuada, puntualizó.